¡Hola! ¡Bienvenido a tu primer desierto de Pascua!
¿Sabés de qué se trata esto? ¿Escuchaste a Malu y Kevin cuando explicaban lo
que significa hacer un desierto? Si nunca hiciste uno y estabas
distraído o no escuchaste bien, te explico cómo se hace y, si ya lo sabes,
nunca está de más recordarlo. Pensémoslo juntos primero: ¿a qué te suena la
palabra “DESIERTO”?
………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
El desierto es un lugar que está muy lejos de tu casa, de tu colegio, de tu club... Es un lugar donde encontrás silencio, paz, tranquilidad, soledad. Todas esas características y muchas de las que seguramente pensaste vos lo hacen ser un lugar ideal para poder frenar, salir de la rutina, pensar y reflexionar sobre uno mismo. No sé si sabías, pero hace muuuuuuchos años Jesús fue al desierto, muy lejos de la ciudad dondel vivía. Lejos de la gente, del ruido y de todo lo que lo distraía para encontrarse con Dios. Ahí se quedaba en oración durante mucho tiempo: rezaba, dialogaba con su Padre, le hacía preguntas, lo escuchaba, reflexionaba sobre su vida... y le encantaba estar ahí porque se llenaba de ideas, de paz y de fuerzas para seguir con su misión en
Es un momento único. Por eso, mi primer consejo es que
lo aproveches, lo disfrutes y lo hagas algo TUYO: si te gusta alguna
frase, subrayála o resáltala; si te hace acordar a algo, escribílo. Escribir lo
que vas pensando y rezando muchas veces te ayuda a concentrarte mejor. Yo estoy
acá sólo para guiarte, para ayudarte, para que puedas encontrarte con Jesús
y con vos mismo. Vos y el Señor Jesús son los únicos importantes ahora...
¡Tranquilo/a! A veces toma tiempo concentrarse. Sin
embargo, te aseguro que si vos ponés de tu parte y yo pongo de la mía, ¡¡¡esto
vale la pena!!! ¿Estás listo? Acá va, entonces, mi segundo consejo: buscá
algún lugar tranquilo, un lugar que te guste. Te recomiendo que sea
lejos de tus amigos y de los chicos/as que conoces porque eso te puede distraer.
Está bueno aislarte un poco ahora -por más difícil que sea- por la cantidad de
chicos que te rodean. Intentalo, buscá el silencio. Te recuerdo: los únicos
importantes ahora son Jesús y vos y no importa cómo llegues en tu relación con
Él, este puede ser el espacio para reencontrarte, para disculparte, para que te
escuche. Encontrá una posición cómoda (ojo, ¡no tanto como para quedarte
dormido!). Acordate que este es un momento de oración y la oración se sostiene
y necesita de tres patas: la mente, el cuerpo y el corazón. Ahora sí, para
empezar a hablar con Dios ponete en presencia de Él: saludalo a tu manera a Él
que es tu amigo. No tengas vergüenza de quién te pueda estar mirando.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Somos muchos hoy, acá, empezando a vivir esta Pascua
Jóven. Y vos sos UNO de ellos, único entre tantos. Como diría la Madre Teresa : “somos
una gota en el océano, pero sin esa gota, el océano no sería el mismo”. En esta
Pascua 2013 VOS sos tan importante como esa gota de la que habla M. Teresa.
¿Qué te trajo a este océano?
Quizás caíste acá porque venían todos tus conocidos,
porque lo viste en Facebook, tu hermano te lo recomendó; porque venía el/la
chico/a que te gusta, porque “venir a Pascua está de moda”, porque no querías
irte de viaje con tu familia porque te daba mucha fiaca; porque tenés ganas de
hacerte amigos o quizás porque querías encontrarte con Jesús en esta Semana
Santa. La cuestión es que una manera u otra viniste: algo o alguien te llamó a
venir, te llamó a vivir esta Semana Santa de una forma distinta. Siempre para
elegir un camino hay que renunciar a muchos otros… a veces es fácil elegirlo, a
veces el camino correcto parece estar muy claro, pero a veces no.
¿Quién/qué te trajo a Pascua? ¿A qué renunciaste? ¿Por
qué lo hiciste? Tal vez te ayude contártelo vos mismo. Escribílo.
Hace un rato leímos un evangelio y vimos una representación del mismo. Este evangelio es muy importante: nos va a acompañar a lo largo de toda
Cuando Jesús volvía de la región de Tiro, pasó por
Sidón y fue hacia el mar de Galilea, atravesando el territorio de la Decápolis. Entonces
le presentaron a un sordomudo y le pidieron que le impusiera las manos. Jesús
lo separó de la multitud y, llevándolo aparte, le puso los dedos en las orejas
y con su saliva le tocó la lengua; Después, levantando los ojos al cielo,
suspiró y le dijo: «Efatá», que significa: «Ábrete». Y en seguida se abrieron
sus oídos, se le soltó la lengua y comenzó a hablar normalmente.
Jesús les mandó insistentemente que no dijeran nada a nadie, pero cuanto más insistía, ellos más lo proclamaban y, en el colmo de la admiración, decían: «Todo lo ha hecho bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos».
Prestá atención a la primera oración. ¿Te acordás del
actito? Viste cómo Jesús iba de lugar en lugar, pasando por tantos pueblos y
buscando a todos los que estaban allí: Él busca a TODOS. Nuestro buen
Jesús realmente quiere llegar a TODOS, invitar a TODOS –sean de
donde sean, vengan de donde vengan, estén donde estén–. Increíble cómo no
deja a nadie afuera. Acá está la primera actitud que Él quiere despertar en
nosotros. A Jesús no le importa si sos de Zona Norte o de Zona Sur, si sos feo
o lindo, gordo o flaco, si te va mal en tus estudios o sos el mejor de la clase. No le importa tu
clase social o económica, no le importa a que colegio fuiste, no le importa si
sos creyente o no. Él te ama como sos y te invita hoy a seguirlo sin
compararte. Ahora imaginate que Jesús, hoy, pasa por tu pueblo: ¿Cuál es el
nombre de tu pueblo? ¿De dónde venís? ¿En qué lugar te encontrás HOY? Si
Jesús pusiese pausa hoy en TU vida… ¿Qué hay? ¿Qué encuentra? ¿Qué personas
están ahí? ¿Quiénes te guían? ¿Están tu familia y tus amigos? ¿Qué actividades
estarías haciendo? ¿Cómo te sentís hoy? ¿Qué sensaciones tenés? ¿Qué te motiva
en la vida? ¿Cuáles son tus pasiones? ¿Qué soñas? ¿Cuál es el ideal de tu vida? Si realmente hoy pasa
Jesús por tu pueblo, te toca el timbre de tu casa y te invita a seguirlo:
¿qué hacés? ¿Te sorprenderías, lo dudarías, confiarías en Él? ¿Irías pero con
miedo o saldrías corriendo de alegría a seguirlo? ¿Cuál es tu relación con
Jesús HOY? Antes deberías preguntarte, ¿Lo conoces a Jesús? ¿Mucho,
poco? ¿Te gustaría conocerlo? Pensá, tenés tiempo. Tomate estas preguntas
en serio, no es un ping- pong de preguntas y respuestas. Agarrá una hoja,
escribí lo que te va surgiendo, no importa si no llegás a responder todas las
preguntas… hay preguntas que no significan nada para vos –si querés no les
prestes atención–, pero hay cosas que TENÉS que empezar a dejar de esquivar, es
hora de empezar a buscar respuestas, hora de preguntarte por TU vida.
Me imagino que querrás saber para qué es esa
pelotita que te dieron. Después de pensar todas estas preguntas, te invito
a que plasmes tu realidad en esa
pelota. Elegí las palabras que más te representen, aquellas que reflejen y
muestren de qué está compuesta tu REALIDAD: cómo es tu pueblo,
qué hay hoy en tu vida, quiénes están allí, qué hay de bueno y qué hay de malo.
Animate a armar tu pelota… ahí estás vos. Cuando termines, mirala, querela,
volvé a leer lo que hay adentro y empezá a conocerte.
“Conócete a ti mismo y sé lo que eres”. Sé que no es muy fácil conocerse y hablar de uno mismo. Muchas veces, lamentablemente, hasta se nos hace más fácil hablar de los demás. Y a la hora de hablar de uno, parece más fácil hacerlo de tu aspecto exterior. Es lo más conocido, ¿no? De lo que más nos ocupamos y preocupamos. Pensá un minuto: ¿cuánto tiempo al día le dedicás a tu cuerpo? Entre que te vestís, comés, te peinás, vas al gimnasio, te bañás, etc…
“Conócete a ti mismo y sé lo que eres”. Sé que no es muy fácil conocerse y hablar de uno mismo. Muchas veces, lamentablemente, hasta se nos hace más fácil hablar de los demás. Y a la hora de hablar de uno, parece más fácil hacerlo de tu aspecto exterior. Es lo más conocido, ¿no? De lo que más nos ocupamos y preocupamos. Pensá un minuto: ¿cuánto tiempo al día le dedicás a tu cuerpo? Entre que te vestís, comés, te peinás, vas al gimnasio, te bañás, etc…
Ahora te pregunto, ¿qué tan seguido ponés tu interior
frente al espejo? ¿Cuánto tiempo le dedicás por día? Siempre vas a encontrar
características tuyas que no te gustan así como también vas a encontrar cosas
que te sorprendan, que no sabías que tenías y otras que te encantan. De a
poquito vas a ir descubriendo tus talentos. Cada uno es único e irrepetible.
No hay dos personas iguales en el mundo, no hay dos pelotitas iguales en esta
Pascua. ¡Gracias a Dios no somos todos iguales! Imaginate qué aburrido sería el
mundo si todos fueramos iguales, si todos pensáramos igual, todos actuáramos de
la misma manera…
Todas estas pelotitas que ves que los chicos están
haciendo a tu alrededor son sus realidades, sus vidas. Distintos colores,
distintas frases, características, virtudes y defectos las componen. Todas
estas pelotitas juntas hacen un gran mundo, una gran comunidad. Tenemos
en esas pelotitas errores que nos frustran mucho pero también virtudes y dones
que nadie más tiene. Hay cosas que sólo vos sabés, momentos que sólo vos
conocés cómo los viviste y qué te generaron. Pero te cuento otro secreto: no estás solo. Hay un Amigo que te
nombré antes, Jesús. Siempre está ahí, al lado tuyo, mirándote desde
antes del principio, acompañándote, amándote incondicionalmente. Aunque ni
siquiera supieras quién era, Él estaba ahí. Él esta acá, está siempre, no hace
falta que hagas grandes cosas para acercarte. Él te ama así, con lo que sos,
vengas de donde vengas. Hacé el esfuerzo de abrirte, que tu corazón quede
desnudo. Si estás herido, si las cosas no te fueron fáciles, te aseguro que
para Él tampoco. No es necesario que seas perfecto para conocer a Dios… empezá
por lo más chiquito, despertá tus sentidos, mirá a tu alrededor y elegí ser
vos mismo.
Vos _________________________________ sos para Dios
sumamente importante.
Mi último consejo en este primer desierto es que aproveches este retiro para ENCONTRARTE. Mirá lo que sos y lo que fuiste y, así, empezá a pensar en lo que querés ser.
Mi último consejo en este primer desierto es que aproveches este retiro para ENCONTRARTE. Mirá lo que sos y lo que fuiste y, así, empezá a pensar en lo que querés ser.
No hay comentarios:
Publicar un comentario