sábado, 30 de marzo de 2013

Sábado Santo a la mañana (2013)

Qué biennn, nos vemos devuelta. Ahora si, te necesito al 100x100. Busca un lugar tranquilo para pensar, lejos, bien bien lejos de tus amigos, tomate un tiempo para estar con vos, para pensar y reflexionar.
¡Necesito que te abstraigas, y hagas un esfuerzo para tomarte esto en serio, porque todo lo que realmente vale la pena merece un esfuerzo!
Que bueno estos días de pascua. Siempre viene bien mirar adentro tuyo y descubrir nuevas cosas. Algunas buenas y otras no tan buenas. Este es un ejercicio que toma toda la vida, porque a lo largo del tiempo cambiamos permanentemente, entonces siempre es bueno pegarle un vistazo a nuestro corazón para encontrarnos cosas nuevas. Muchas de las cosas negativas que tenemos llevan mucho tiempo cambiarlas, quizás toda la vida y por eso es necesario pedirle a Dios que nos ayude a mejorar como personas. ¿Qué es esto de mejorar como personas? ¿Quién es buena persona? ¿Qué criterio nos rige? ¿Quién decide quien es un gran pibe y quién no? A verrr hagamos una prueba, pensá una muuuuy buena persona que este presente en tu vida. Puede ser cualquiera, amigo / papa / hermano / profesor / amiga / novio / etc. ¿Listo? La tenés en tu cabeza? Ahora pensá en 3 actitudes o gestos que ellos tienen que te hace considerarlas de esta forma, y cuando lo tengas listo escribilas:
-
-
-
Perfecto! A verrrrr repasemos que tienen en común estas 3 cosas que escribiste. ¿Se te ocurre algo? ¿Hay alguna relación en estas actitudes? A mí se me ocurre algo… Cada una de esas acciones contienen amor, si si escuchaste bien, AMOR. Para paraaaa, no nos pongamos romanticones y cursi porque se desvirtúa todo. NOOO TRANQUILOOOO! No estoy hablando del amor de esas películas románticas que la pareja se da un beso con música apasionada y un atardecer espectacular de fondo. Estoy hablando de un amor más real, que se vive en el día a día. El amor que te transmite esa persona, con una acción, un gesto o una palabra. Es un amor que se transmite mediante actitudes y hechos concretos. ¿Vas entendiendo de lo que te hablo? Ese amor verdadero está en esa amiga que te banca los momentos difíciles, esa mamá que siempre está para ayudarte, ese compañero de colegio que te acepta tal cual sos, esa persona que saca lo mejor de vos, ese amigo de la infancia que te valora o esa abuela que te malcría y no te reprocha por tus faltas. Que bueno , ¿no? Grandes actitudes. Que bien nos sentimos cuando el otro hace algo por nosotros, que contentos nos pone percibir el amor y la importancia que tenemos para los demás, que felices nos hace el saber que esa otra persona nos quiere.
Durante esta pascua fuimos testigos de un gran acto de amor, es más, fuimos testigos del acto de amor más grande de la humanidad. El de Jesús, que murió en la cruz por nosotros. ¿Se dan una idea lo que es eso? DAR LA VIDA POR OTRA PERSONA, grosssso, ¿no? La verdad que si, es importante, es significante y hasta es increíble, y tenemos que estar agradecidos por eso. Él murió en la cruz por cada uno de nosotros, no importa tu edad, color o religión. Él murió por TODOS. Es tan importante, que su vida cobró un significado enorme, a tal punto que dividió la historia del mundo en dos, antes de Él y después de Él. INCREÍBLE, ¿no?
Bueno, bueno muy lindo todo por ahora. Vine a Pascua, reconocí mis pecados, Jesús muere, me salva y tenemos otra película de Disney donde todos los personajes que la protagonizamos somos felices para siempre… Que fácil sería la historia si terminara ahí. Pero ese es el camino corto, vacío y sin sentido. Hoy Jesús nos invita a algo mucho más grande: nos invita a seguirlo. Seguro pensarás: ¿Cómo es eso de seguir a Jesús? Él en el cielo y yo acá, atado a la tierra, en mi realidad con mis problemas. Yo no puedo seguir a Jesús, primero tengo que terminar el colegio, seguir una carrera o ponerme a trabajar, hacer algo de mi vida, ¡no tengo tiempo para eso!
Eiiii ¡tranquilo amigo! Lo que digo es que Jesús nos invita a hacerlo presente en cada aspecto de nuestras vidas, A VIVIR CON AMOR. Tratar de ser mejores personas con cada gesto, cada actitud, palabra, acción, incluso con cada sonrisa, para así derramar amor. Seria lindo, ¿no? Y querido amigo tengo una muy buena noticia, ESO Sí ES POSIBLE. Si Jesús nos invita a esto es porque podemos lograrlo. Él nunca te invitaría a un lugar al que no podes llegar.
Hoy Jesús te dice: “Todo lo que hagan, háganlo con amor” (1 Corintios 16.14). Y esto que nos propone es un amor 3D. Si, si, un amor con tres dimensiones: Amor hacia los demás, amor a Dios y amor a uno mismo.

Arranquemos por el primero: a lo que Jesús nos invita es amar a TODAS las personas que nos rodean. A mucha gente se nos hace fácil quererla pero a otros se nos complica un poco más. ¿Se te ocurre alguien? Puede ser esa amiga que te trata mal, ese amigo que siempre está queriendo mostrarse superior, ese hermano que te vuelve loco, ese compañero que te hace la vida imposible. Epaa hay mucha gente a la que nos cuesta amar, ¿no? Necesito que pongas a dos personas en especial y que las ofrezcas a Jesús, para que Él te ayude a demostrarles un poco más de amor:
-
-
En la Biblia Él nos dice “No hay amor más grande que dar la vida por los amigos
”. (Juan 15, 13) y eso mismo tenemos que llevarlo a nuestra realidad, hacer todo lo posible para que el otro esté mejor. ¡ANIMATE! Las relaciones son como un espejo: recibís lo que demostrás, entonces si amamos, vamos ser amados. Como dice la Madre Teresa: “No debemos permitir que alguien se aleje de nuestra presencia sin sentirse mejor y más feliz.”
El segundo es amar a Dios. Él nos amó hasta el infinito entregando la vida de su Hijo por nosotros. ¿Te das una idea lo que es entregar lo más preciado que tenes? Eso si que es amor en su estado más puro. Ahora nos toca amarlo a Él. ¿De que se trata eso? De recibirlo en nuestro corazón y hacerlo presente en nuestras vidas. Nos pide que confiemos en Él y busquemos su presencia. Que reconozcamos que somos débiles y necesitamos de su presencia para ser realmente feliz.
El tercero es amor a nosotros mismos. Suena raro, ¿o no? Pero se trata de buscar lo que más nos haga feliz. Y sin lugar a duda en el amor es donde nos sentimos más plenos. ¿Y cómo hago para saber si realmente estoy dirigiendo mi vida hacia esta felicidad? Jesús fue un gran ejemplo de vivir en el amor y fue tal la magnitud del mismo que entrego su vida por nosotros. Podríamos tratar de imitarlo un poco. Entonces te recomiendo que en las distintas situaciones que se te van planteando en el día a día te preguntes: ¿Qué haría Jesús en este momento? Y así te vas a dar cuenta qué elección es la que te conducirá al amor. Para utilizar esta técnica es necesario que te acuerdes de esa pregunta mágica: ¿QUÉ HARÍA JESÚS? De esta manera vamos a ir eligiendo las cosas que realmente nos lleven a la felicidad plena.
Este amor 3D tiene una característica muy especial, cada amor necesita de los otros dos para existir. No puedo amar a mis hermanos si no me amo a mi mismo ni a Dios, no puedo amar mi ser si no amo a mis hermanos o a Dios y no puedo amar a Dios si no amo a mis hermanos ni a mi mismo. Pero sí puedo amar mi realidad por completo si me animo a vivir los tres amores en simultáneo.
Paralo ahí, paralooo ahiiiiii! Entonces si la posta de la vida esta en vivir con amor, ¿Por qué necesitamos a Dios? Yo puedo seguir con mi vida normal y tratar de amar un poco más y listo, lo consigo. ¡BUEN PLANTEO! La mejor manera de explicártelo es así: suponé que tenés que hacer un viaje en auto a un lugar totalmente desconocido y no tenés ni un solo peso, es más, lo único que tenés que hacer es subirte al auto y manejar al destino. Peeeero en la ruta todo puede pasar, te podés quedar sin nafta a los pocos kilómetros de recorrido, hasta te podés perder y quedar varado en un lugar cualquiera, incluso se te puede romper el auto y no tener celular para llamar al auxilio mecánico. ¿Ahí que hacesss? ¡Estás en el horno! ¿De qué te disfrazas? En este viaje, tener a Jesús de acompañante sería la mayor seguridad de que todo va a estar bien y vos vas a poder llegar a destino. Él sería una fuente inagotable de nafta gratis y no solo eso, sino que también Él sabe de memoria todas las rutas porque el mismo las construyo, y no sólo eso, sino que además, Él tiene un posgrado en mecánica automotriz. Con su compañía, es imposible no llegar al destino deseado. ¡Es un negoción! Lo único que tenés que hacer es invitarlo a subir a tu auto.
Llevemos este ejemplo a la realidad: Vos y el auto representan tu vida y tu forma de transitarla; el destino es el fin más preciado de la humanidad, la felicidad; la nafta es el amor; los inconvenientes mecánicos: la poca señalización de las rutas, los mapas desactualizados representan todos esos problemas de la vida; y, Jesús es sólo Jesús, aquél compañero imprescindible para este viaje. Es imprescindible porque realmente necesitamos una fuente de amor para transmitirlo a los demás y liderar nuestras vidas, y la fuente más grande del amor que jamás existió es Jesús, y lo demuestra durante su pasión.
Este camino al que Jesús nos invita vale la pena. Es espectacular descubrir que una vez que vivimos nuestras vida con amor, la felicidad invade nuestros corazones.
Por lo tanto, para ser feliz es necesario vivir en el amor, para vivir en el amor necesitamos de Jesús, y para vivirlo de la forma más profunda posible tenemos que animarnos a conquistar sus 3 dimensiones.
Vivamos este momento de espera, donde Jesús sigue muerto, para pedirle a Dios que nos ayude a abrir nuestros corazones de par en par y que Jesús resucite inundando de amor todos los aspectos de tu vida. Lo único que tenés que hacer es dejarlo entrar, dar tu sí. Podes hacerlo escribiendo unas líneas a Dios y dedicarle un ratito de oración, donde charlen a solas vos y Él.
¡Animate a dar este paso que realmente vale la pena!


No hay comentarios:

Publicar un comentario