domingo, 5 de abril de 2009

Sábado a la mañana (2009)

¡Hola! ¿Cómo va? ¿Cómo estas viviendo esta Pascua? Espero que bien cerca de Jesús. Bueno supongo que a esta altura de la Pascua ya debes tener idea que es y como se hace un desierto, igual nunca esta de más recordarlo. Primero que todo anda a un lugar tranquilo donde sepas que nadie te va a distraer, sentate bien así no te quedas dormido, es muy importante que aproveches estos momentos de oración y encuentro con Jesús por que realmente son únicos! Bueno una vez que estés en un buen lugar y bien acomodado te invito a que le pidas al Espíritu Santo que te ilumine y te guíe, y así te ayude a hacer este desierto bien a fondo para tener un profundo Encuentro. Tomate tu tiempo, respira hondo, cerra los ojos y pedí al Espíritu su Presencia.


Bueno me parece que ya estamos listos para empezar. Anoche estuviste en el vía crucis y pudiste ser testigo del sufrimiento de Jesús hasta su muerte en la Cruz. También lo estuviste acompañando en el sepulcro donde fue enterrado, en donde todo parece que termina, con la muerte. Sus amigos más cercanos lo abandonaron y lo traicionaron. Casi todos lo dejaron solo en el momento mas duro de su vida. Pero sin embargo El quiso que así sea para demostrarnos el AMOR que nos tiene y que lo llevo a entregarse por cada uno de nosotros. Jesús murió por vos pero no por tu culpa o por tus errores, murió porque nos ama tanto que ofreció su vida para liberarnos del pecado y así regalarnos la Salvación.


A continuación tenés un cuento que te va a ayudar a entender un poco mas este misterio de Amor que es la entrega de Jesús por nosotros.


Un día Satanás y Jesús estaban conversando. Satanás acababa de ir al Jardín del Edén, y estaba mofándose y riéndose diciendo:

Si Señor. Acabo de apoderarme del mundo lleno de gente de allá abajo. Les tendí una trampa, usé cebo que sabia que no podrían resistir. Cayeron todos!

¿Que vas a hacer con ellos? Preguntó Jesús.

Ah, me voy a divertir con ellos. Respondió Satanás. Les enseñaré como casarse y divorciarse, cómo odiar y abusar uno del otro, a beber y fumar y por supuesto, les enseñaré a inventar armas y bombas para que se destruyan entre sí. Realmente me voy a divertir!

¿Y qué harás cuando te canses de ellos? Le preguntó Jesús.

Ah, los mataré. Dijo Satanás con la mirada llena de odio y orgullo.

¿Cuánto quieres por ellos? Preguntó Jesús.

Ah, tu no quieres a esa gente. Ellos no son buenos. ¿Por qué los querrías tomar. Tú los tomas y ellos te odian. Escupirán a tu rostro, te maldecirán y te matarán. Tú no quieres a esa gente!!

¿Cuánto? Preguntó nuevamente Jesús.

Satanás miró a Jesús y sarcásticamente respondió:

Toda tu sangre, tus lágrimas, y tu vida.

Jesús dijo: HECHO!

Y así fue como pago el precio.


Bueno acá se ve el misterio de cómo Jesús que vino “a amar a los suyos hasta el extremo” (Jn 13, 1) nos amo tanto que dio absolutamente todo, simplemente por amor a los hombres. No le importa que muchas veces caigamos, lo neguemos como Pedro o lo traicionemos como Judas porque El nos ama a pesar de todo, solo tenemos que responderle a ese Amor infinito y gratuito. El ya dio el gran primer paso, ahora somos nosotros los que tenemos que contestarle.


Por otro lado hace un rato estuviste haciendo una dinámica acerca de la importancia de las personas que te ayudaron a acercarte a Jesús. Así como con los miembros de tu grupo se fueron ayudando entre todos para llegar a la caja donde estaba Jesús, en nuestra vida pasa muchas veces lo mismo, necesitamos de los demás para llegar y mantenernos cerca del Señor. Necesitamos de su apoyo y aliento para lograrlo. Por eso te pido que una vez más cierres los ojos y pienses en todas esas personas que de una u otra forma a propósito o inconscientemente fueron “sicomoros” en tu vida, que te ayudaron a ver a Jesús, a llegar a El. Dale gracias a Dios por el regalo de haberlos puesto en tu camino. Tomate tiempo, pensa en sus caras, en sus ojos, pueden ser tus viejos, algún amigo, tu novio/a o por ahí alguien a quien casi no conoces. Agradécele. Pensa en cada uno y agradécele.


Ahora te propongo que lo hagas al revés, pensa en qué situaciones vos transmitís a Jesús con tu vida, cuantas veces le mostras el rostro de El a los demás. ¿Cuando fuistes un sicómoro en la vida de demás? ¿Te animas a transmitir y mostrar a Jesús con tu vida? ¿En que situaciones? ¿Te animas siempre a hacerlo? Tomate tu tiempo para reflexionar todo esto. ¿Pensas que ayudaste a alguien a acercarse a Jesús?


Y una vez que te encontras con Jesús cara a cara ¿cual es tu respuesta? ¿Sos de esos que piensan que todo esta perdido y ni vale la pena esforzarse por intentar cambiar y ser mejor? O te parece que esta bien lo que El te propone pero el entusiasmo te dura una semana y enseguida te olvidas de todo? O pensas que seguir a Jesús es para los santos de los altares y que vos no vas a poder y por eso ni intentas? O capaz, y ojala así sea, sos de esos que realmente se animan a seguir a Jesús, a ir contra la corriente, a hacer las cosas bien aunque cueste y sea difícil? Tenes que saber que con Jesús todo es posible que con su ayuda y la de esos “sicomoros” de la vida podemos seguirlo y ser salvados. Solo con Jesús se puede, nosotros por naturaleza somos débiles y nos tropezamos y equivocamos el camino por eso nuestra fortaleza debe estar en el Señor, en Jesús nuestro mejor Amigo. Apoyándonos en El y en los sicomoros que El va poniendo en nuestra vida tenemos que lograr seguirlo. Alguna vez escuche por ahí que ser cristiano no es una carrera de velocidad, sino de resistencia y o sea no se trata de llegar lo mas rápido posible a algún lado sino aguantar, resistir y pese a las multitudes que no nos dejan ver, seguir adelante confiando en Dios. Poniendo la mirada en El y sabiendo que siempre va a querer lo mejor para nosotros.


Por ultimo te invito a que vivas estas últimas horas de Pascua “esperando contra toda esperanza” como dice la canción, sosteniéndote en la espera y sabiendo que a pesar de que Jesús se entrego por vos anoche y murió, Él va a vencer a la muerte y va a Resucitar. Nuestra Fe nos asegura esto, y que además Él va a resucitar en cada uno de nuestros corazones para que podamos nosotros también resucitar a una vida nueva y nos haga hombres y mujeres nuevos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario