jueves, 6 de abril de 2006

Sábado a la tarde (2006)

¡Hola de nuevo! Supongo que para esta altura de la Pascua ya tenes suficiente experiencia en los desiertos, y que estás sentado solo y muy concentrado para este rato de reflexión; si todavía no es así: te invito a hacerlo.

Seguramente estos días se te pasaron más rápido de lo que pensaste (o tal vez no) pero igual aprovecha esta recta final ya que lo que vamos a vivir es uno de los hechos mas importantes para el cristianismo y casi casi para la historia de la Humanidad.

Hoy a la mañana veíamos la necesidad que tenemos de Dios, y qué difícil es todo si Él no está. Ahora en la Vigilia vamos a celebrar su Resurrección: ¡Él volvió para quedarse! porque somos sus Amados, y nos va a acompañar siempre pese a todas las veces que lo neguemos y hasta traicionemos.

Pero ser los Amados de Cristo no es cualquier cosa, ya que Él es la fuente de Amor Infinito:

“Desde el principio te he llamado por tu nombre. Eres mío y yo soy tuyo. Eres mi amado y en ti me complazco. Te he formado en las entrañas de la tierra y entretejido en el vientre de tu madre. Te he llevado en las palmas de mis manos, y amparado en la sombra de mi abrazo. Te he mirado con infinita ternura y cuidado más íntimamente que una madre lo hace con su hijo. He contado todos los cabellos de tu cabeza, y te he guiado en todos tus pasos. A donde quieras que vayas, yo estoy contigo, y vigilo siempre tu descanso. Te daré un alimento que sacie totalmente tu hambre, y una bebida que apague tu sed. Nunca te ocultare mi rostro. Me conoces como propiedad tuya y te conozco como propiedad mía. Yo soy tu padre, tu madre, tu hermano, tu hermana, tu amante y tu esposo. Hasta tu hijo. Seré todo lo que seas tú. Nada nos separará. Somos UNO.”

Este texto es un breve resumen de lo que nos transmitió Dios en su Revelación y que Jesús vino a confirmar con su muerte en Cruz. Él, siendo Dios, se hizo hombre, y murió en la cruz por nuestros pecados y por nuestra salvación. Pero espera un segundo, ¿leíste bien esta última oración? ¿te das cuenta de lo que esto significa?. “Dios, se hizo hombre”: Él, que es el Todopoderoso, y que pudo haber elegido cualquier medio para salvarnos, eligió hacerlo siendo igual a nosotros para marcarnos el camino que debemos seguir. Además murió en la Cruz, que era el lugar donde morían los ladrones, cargando con todos nuestros pecados. En este acto de Amor tan grande nos enseño a ser humildes de corazón, a rebajarnos y ser como niños, y a entregarnos a los demás. En definitiva nos dio la “formula” para salvarnos: HUMILDAD + ENTREGA.

Pero sentirnos AMADOS por Dios es una tarea que requiere un gran viaje espiritual, San Agustín decía: “Dios mío, mi alma esta turbada hasta que descanse en ti”; pero este viaje, este camino, es el que nos hace llegar a SER.

Una de las condiciones fundamentales para sentirnos amados es empezar por conocernos a nosotros mismos: (esto lo fuimos haciendo a lo largo de toda la Pascua) porque al saber quien somos, vivimos en la Verdad y aprendemos a aceptarnos en nuestras limitaciones e imperfecciones, pero lo más importante de todo es que aprendemos que Dios nos Ama TAL CUAL SOMOS!!

Tomate 5 minutos y pensá en alguna característica tuya que nos sea de las que más te gusta, y que hayas descubierto a lo largo de estos días o que aceptaste que la tenías…………………………………

¿Listo?

Ahora pensá en alguna (o algunas) persona que te conozca profundamente y te quiera mucho: tu mamá, tu papá, tu primo, tu hermana, tu mejor amigo…..Bueno, esa persona que te conoce, te aseguro que conoce esa debilidad que tenés, y sin embargo te quiere infinitamente y se jugaría por vos si fuese necesario!!! Si de esto es capaz el amor humano, imaginate de lo que es capaz el Amor de Dios!!!, que te conoce y ama TODAS tus debilidades.

Él nos da su Amor sin pedirnos nada a cambio, es totalmente desinteresado, aunque nos invita a transmitirlo a los demás ya que es un mensaje para TODOS. No es que Jesús solo Ama al que le reza todos los días, o al que va a misa todos los domingos, NO!, Él Ama a todos por igual, hasta cuando lo negamos: y en esto consiste el Evangelio, la Buena Nueva, en transmitir este mensaje de Amor.

Hace un ratito hablabas en el grupo de cómo somos Bendecidos, y la importancia que tiene saberse como tales. Pero ahora te propongo tres aspectos más que juntos forman las condiciones del Amado: somos Elegidos, Rotos y Entregados. A ver…. Si le agregamos el ser Bendecidos quedaría: Elegidos, Bendecidos, Rotos y Entregados…. ¿Te suena? Si todavía no lo sacaste te doy una pista más: acordate del momento de la consagración en la Misa, cuando estamos de rodillas. Mmmmm…. ¿Ahora sí?....... Igual te lo digo: Jesús en la última cena tomo pan, lo bendijo dando gracias, lo partió y lo dio a sus amigos. ¿Que casualidad no? Nosotros, los cristianos, estamos llamados a ser el Pan del Mundo y a transmitir y alimentar a los demás con este mensaje.

Sentirnos Elegidos es la base para sentirnos amados; pero este sentimiento es medio difícil de entender para nuestras mentes acostumbradas a la competencia, y a creer que la elección siempre trae a algún rechazado. Bueno, en este caso no es así: es una Elección Compartida.

Pero…. ¿qué significa esto?... Lo podemos experimentar a través de diversos gestos: por ejemplo, alguna vez que alguien te haya elegido para hacer algo porque sabía que vos podías hacerlo muy bien, o algún amigo que te eligió para contarte lo que le pasaba porque sabía que lo ibas a entender, o alguien que te regalo algo inesperado y tan lleno de valor emotivo para vos…. ¿Te pasó algo de esto? Pensá en algún ejemplo…………………De la misma manera nos eligió y nos elige Dios a nosotros: nos pensó ÚNICOS. Te fijaste alguna vez que de las millones de personas que hay, ninguna es parecida al otro, ni físicamente ni en la personalidad, ni los gemelos!!! Dios te hizo diferente para que puedas hacer algo único en el mundo; pero no te confundas que único no es igual a enorme, sino algo simple que si no lo haces vos, no lo va a hacer nadie!!!

Otro de los aspectos es que somos Rotos: cuántas veces sentimos el dolor y el sufrimiento en nuestras vidas, cuántas veces nos sentimos dejados de lado y olvidados, y no encontramos consuelo en los demás. Muchas veces tenemos que conformarnos y superar nuestro sufrimiento porque “siempre hay alguien que puede estar peor”. Bueno, te invito a que no “tapes” ese dolor: tu sufrimiento, tu manera de estar roto, es una de las cosas que te individualiza, que te hace ser único y distinto a los demás; es algo que no se puede comparar, porque por más que para el resto sea algo tonto, para vos es algo que te lastima y hace mal. En general nuestra reacción al dolor es evitarlo y no entenderlo:

Trata de acordarte de alguna situación de dolor grande por la que hayas atravesado en tu vida: la muerte de un ser querido, una pelea muy fuerte con un amigo, el dolor de alguien que te traicionó, enterarte de que alguien que querés mucho tiene una enfermedad… pensá en algo que te haya pasado a vos………….

Te soy sincero:… no hay una solución mágica al dolor, y por más que lo ocultemos va a seguir estando, porque es parte de nuestro ser, y, aunque suene raro, se puede transformar en el camino al gozo y la paz. El mismo Jesús paso por el dolor de la traición y por el sufrimiento de la muerte en Cruz, para poder alcanzar la Resurrección. Ese dolor, esas cruces que llevamos, son las que nos van a ayudar a salvarnos. Pero Jesús no se quedo simplemente con el dolor de la crucifixión, sin la resurrección no habría tenido sentido la Cruz: Jesús resignifico el dolor, le dio un nuevo sentido. Te aseguro que eso que a vos te pasa, te esta ayudando a crecer, aunque duela. “No hay mal que por bien no venga” dicen; por ejemplo al haber pasado por una situación difícil, tenés “la experiencia” para ayudar a alguien que pase por lo mismo después de vos; o la muerte de algún familiar en algunos casos ayuda a unir la familia. Volviendo a ese dolor….. ¿se te ocurre alguna manera de resignificarlo, de darle un nuevo sentido? ¿Cuál?..................................

Esta condición de seres rotos es sumamente necesaria para alcanzar el cuarto aspecto del amado: el ser Entregados. Nuestra realización más completa consiste en darnos a los demás. Una vez escuche que no nos podemos salvar solos, nos salvamos en racimo, es decir, con la gente que esta a nuestro alrededor, con la gente que esta en nuestro “metro cuadrado” (familia, amigos, compañeros, vecinos, etc). Uno no tiene que buscar su propia Salvación, ya que sería egoísta; sino, en cambio, buscar la salvación de nuestros seres queridos, y así nos vamos a acercar cada vez más a Dios. ¿Como podemos hacer esto? Por ejemplo compartiendo cosas SANAS con ellos: desde ir a misa el domingo, hasta una comida; pero siempre algo que nos enriquezca como persona y no algo que nos haga “animalitos”, supongo que sabes a que me refiero: te suena tomar hasta emborracharte, o juntarte con algunos para burlar o molestar a otro, tener un encuentro fugaz (leáse tranza) con ese chico o esa chica en el boliche…. en fin: nada de eso es entregarse.

Muchas veces nos enfocamos en lo que hacemos por los demás y no tanto en lo que somos: nuestro mayor don es el ser amados, y poder irradiarle a los demás esas ganas de vivir, ese gozo y esa paz propias del que se siente Elegido. Nuestra mejor manera de entregarnos es la de contagiar a los demás de esas ganas de vivir e invitarlos a que sientan lo mismo: te aseguro que vas a generar cambios enromes en los demás aunque nunca los llegues a ver: “la cosecha es abundante aunque no seamos nosotros los que la recojamos”.

¿Te pasó alguna vez que llegaste a algún lugar con muchas pilas y alegría, y te encontraste que todos estaban de mal humor, y entonces a vos de a poco se te fue borrando esa sonrisa; o al revés, si tuviste suerte los alegraste a todos. ¿te pasó? Y el caso contrario: que estabas muy bajoneado, y todos los demás te fueron levantando el ánimo? Éste seguro te paso alguna vez, y no hay mejor cosa que eso!!!

Justamente es lo que te propongo: que experimentes el saberte Amado por Dios. Elegido. Que te sientas único, y que veas la entrega de Dios, y admirándola, te den ganas de hacer lo mismo cada día y en cada gesto a los demás, pero con tus propias limitaciones, con lo que SOS. Podríamos decir que es un círculo virtuoso: el Amor convoca más Amor. No es un camino fácil, ni el mundo de hoy nos lo facilita, pero es posible para el que lo busca y esta dispuesto a hacer este camino hacia el interior para luego poder entregar, irradiar y desparramar ese Amor por donde vaya esta en vos empezar la cadena,…….….te animas?

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