miércoles, 5 de abril de 2006

Sábado a la mañana (2006)

“YO ESTOY POR HACER ALGO NUEVO,
YA ESTÁ GERMINANDO, ¿NO SE DAN CUENTA?” Is 43,19


Nuevamente es tiempo de desierto… Asegúrate de estar bien cómodo, de que nada a tu alrededor te pueda distraer. Asegúrate de que nada en tu interior te pueda distraer. Desconéctate por un rato de eso que anda dando vueltas en tu cabeza. Tomate tu tiempo. Aprovecha éste tiempo…

Empecemos con la señal de la cruz. Pidamos a María, nuestra Madre, que interceda ante el Padre por nosotros para que Él nos envié su Espíritu Santo para que podamos entrar en el misterio, entrar en comunión con Dios: Dios te salve María...

Tené a mano el pedazo de obra de arte que hiciste con tu grupo, te puede resultar útil.

Te propongo un simple ejercicio. Primero, levantá la cabeza y mirá a tu alrededor; fijate qué cosas te rodean, qué hay a un costado, qué hay al otro. Buscá algo que te parezca lindo o que te llame la atención. Focalizate en eso.

Ahroa imaginate que se va haciendo de noche o que alguien apaga la luz, ¿Cómo verías eso? ¿Lo seguirías viendo? Hace un esfuerzo y pensá ahora que no hay ni un poco de luz; que donde estás sólo hay oscuridad…sin duda, no verías nada… Sin embargo, eso que te llamó la atención no dejaría de estar por el simple hecho de que vos no lo pudieses ver, ¿¿no??

En nuestra vida hay muchas circunstancias y momentos en los que como en el ejercicio de recién no vemos nada y creemos que sólo hay oscuridad. Todo es negro, como la hoja cuando está totalmente cubierta de tinta china. Puede ser que con tu grupo ya hayas pensado un poco en estos momentos; te pido que los vuelvas a recordar, que los escribas. (no te olvides lo bueno que es escribir por más que te dé toda a fiaca, papel y birome en mano!!!) Te acordás de algún hecho cercano -no importa si fue una tragedia o algo mas pavo-. Puede ser alguno de esos días de lluvia en donde sentimos que todo nos sale mal. Esos días en los que se te juntaron muchas cosas y te sentiste superado y cansado; esos días donde sentís que nadie te entiende, tus papáas son unos insensatos y tus amigos andan cada uno en la suya; esos días donde estabas un poco susceptible y un simple comentario basta para angustiarte, esos días en los que a nada le encontrás sentido y al levantarte sólo tenés ganas que sea de noche para volver a acostarte. ¿Te acordás de algún día así? ¿De alguna etapa en tu vida en la que te sentiste triste, angustiado, solo o medio deprimido? No importa si había o no un motivo “válido” para estarlo. Sólo te pido que recuerdes la circunstancia el momento, cómo te sentías, cómo veías las cosas de tu alrededor, qué veías,¿¿¿ veías???? Anotá en el papel momentos concretos. ¿Hace cuánto fue? ¿Cómo te sentías?

Ahondemos un poco más en el tema…

Nos vamos acostumbrando a vivir sin aprovechar la vida. Y lo vemos a diario…

Yo viajo mucho en tren y el otro día escuchaba la conversación entre dos amigos “¿Cómo andás?” pregunta uno “Bien todo bien, nada nuevo”… “Medio aburrido en realidad” le contesta el otro “y así es la vida!” dijo con un tono de resignación tan grande que me dejo pensando… ¿así es la vida?

En los días oscuros puede ser que vayas al colegio igual, veas un poco de tele y vivas ese día casi por inercia. Cada día es igual al siguiente; un sin sentido constante. Sin nada nuevo, sin registrar que tus pulmones respiran, tus ojos ven, que tu corazón late, sin darte cuenta que estás vivo. Frente a estas oscuridades y cegueras vamos generando un modo de supervivencia. Nos llegamos a convencer de que eso es la vida. Y así vamos tirando y estirando las situaciones.

Ojo no pensemos que debemos obviar o negar los días desesperanzados de nuestra vida, debemos aceptarlos, están!… Es propio de la raza humana el sentirse así. Los apóstoles así se sintieron cuando Jesús murió. Se encerraron y no se animaban a salir. El mismo Jesús dijo “Padre, Padre por que me haz abandonado”… así es, primero que nada tenemos que aceptar que en nuestra vida hay -y va a haber- momentos oscuros. En nuestro camino vamos a encontrarnos con montañas y con valles… Pero nosotros no nos podemos quedar ahí… nosotros debemos creer incluso en lo que no vemos ni entendemos…

…“Yo estoy por hacer algo nuevo, ya está germinando, no se dan cuenta?” Is 43,19

Volvé a leer este pasaje…

… “Yo estoy por hacer algo nuevo, ya está germinando, no se dan cuenta?”

Una vez mas…

… “Yo estoy por hacer algo nuevo, ya está germinando, no se dan cuenta?”

Está claro, no nos damos cuenta…

Analicemos un poco…

El diccionario define como “nuevo”: “Algo nunca vivido y/o experimentado// Que no se conocía// Distinto de lo ya existente.”

Lo nuevo es lo diferente… Renovar algo es hacerlo “nuevo”, es transformarlo. Si viviéramos renovados no habría lugar para el aburrimiento. La vida no sería “así” como decía el chico del tren. Dios esta por hacer algo nuevo…Dios quiere transformarnos… ¿¿¿lo dejamos???

Te propongo sacudir un poco nuestras neuronas, abrir un poco nuestros corazones y haciendo memoria darnos cuenta cómo Dios quiere renovar nuestra existencia… quiere llenarla de sentido!!!

Pensá en cada uno de los aspectos de tu vida… En tu casa, en tu familia, con tus hermanos, con tus papas, con tus amigos, con los profesores, con tu novio/a o ese chica/o, con el verdulero, el kiosquero… en un día de los más comunes de tu vida: qué cosas son las que te gustaría transformar, renovar y llenar de sentido…

Escribí cosas concretas que te gustaría renovar!!! Pensalas y escribilas aunque te de mucha fiaca! ¿¿¿Te das cuenta que el mismo Creador se muere de ganas de renovarte???

Nosotros somos los que lo tenemos que dejar; nosotros somos los que tenemos que confiar, los que tenemos que abandonarnos… Nosotros tenemos que ir de a poco raspando la tinta china para que aparezca el color que (aunque no veamos) está abajo!!!! Nosotros tenemos que aceptar la luz para ver donde no vemos… Nosotros tenemos que confiar en Él, que todo lo sabe…

Entonces puede ser que me preguntes, o bien que te preguntes: ¿ POR QUÉ? Y si no te nace esa pregunta te invito a preguntártela bien de fondo

¿¿¿¿POR QUÉ CONFIAR????

¿¿¿¿POR QUÉ ABANDONARSE???

¿¿¿ Por qué dejar que Dios me renueve???


Te invito ahora a ser vos mismo quien descubra la respuesta… Lee atentamente este pasaje del Evangelio:

“En seguida, obligó a los discípulos que subieran a la barca y pasaran antes que Él a la otra orilla, mientras Él se despedía de la multitud. Después, subió a la montaña para orar a solas. Y al atardecer, todavía estaba allí solo. La barca estaba muy lejos de la costa, sacudida por las olas, porque tenían viento en contra. A la madrugada, Jesús fue hacia ellos, caminando sobre el mar. Los discípulos al verlo caminando sobre el mar se asustaron. “Es un fantasma” dijeron, y llenos de temor se pusieron gritar. Pero Jesús les dijo: “tranquilícense, soy yo, no teman” entonces Pedro le respondió: “Señor si eres tú mándame ir a tu encuentro sobre el agua”. “Ven,”, le dijo Jesús. Y Pedro bajando de la barca, comenzó a caminar sobre el agua en dirección a Él. Pero al ver la violencia del viento, tuvo miedo, y como empezaba a hundirse, gritó “Señor, sálvame” En seguida Jesús le tendió la mano y lo sostuvo, mientras le decía: “Hombre de poca fe por qué dudaste?”. En cuanto subieron a la barca el viento se calmó. Los que estaban en ella se postraron ante Él diciendo “Verdaderamente, Tú eres el hijo de Dios”. Mt 14, 22-33.

Si es necesario volvé a leer la lectura, subrayá lo que te haya llamado la atención, repetí alguna frase...

Pedro cuando confía en el Señor es capaz de caminar sobre el agua…Sin duda, si confiáramos en el Señor también podríamos hacer cosas extraordinarias. Ojo no hablo de cosas enormes! No, nada que ver! Si confiáramos en el Señor encontraríamos seguridad para animarnos a vivir a pleno en el día a día. No temeríamos tanto y seríamos mejores hijos, amigos, hermanos, alumnos… No nos aburriríamos, no viviríamos por vivir. No hablo de ser “perfectitos” sino de ser perfectamente nosotros. Cada quien con sus particularidades y singularidades. Porque fuimos creados ÚNICOS y Él nos llama diciendo “Ven”, y lo hace a cada uno por nuestro nombre. Vos…………………………….. (completa con tu nombre) estás viviendo en esta época, en tu familia, con tus amigos no por casualidad!!!!!! No es “porque sí” que estás acá, entonces no vivas así nomás, no vivas por que sí…..porque tu existencia tiene un sentido y para desarrollarlo tenés que poner tu mirada y confiar en Jesús. No por casualidad estás leyendo estas líneas!!!! ¿Te das cuenta de eso? ¿Te das cuenta que si tenés una vida no es “porque sí”; Que si existís no es en vano? ¿¿¿¿Cómo podemos dudar tantas veces de lo valiosos e importantes que somos???? ¿¿¿¿Cómo podemos aburrirnos y vivir por inercia muriéndonos vivos????

¿Cuáles son las cosas que te dan miedo y no te ayudan a confiar (las olas y el viento que atemorizaron a Pedro)? En esos momentos es cuando más necesitamos mirar a Jesús y pedrile que nos salve! ¿Lo hacés? Tal vez podrías pedírselo ahora...

HOOOOLAAAAA!!!!!! Se puede ser feliz a las 6 de la mañana!! Sí! Se puede disfrutar el viaje en colectivo a esa hora! Te podés divertir en el trabajo, en el colegio! Podés aprender! Siempre podés hacer lo que hagas sonriendo. Podés conocer gente nueva. Podés caminar y entretenerte sólo con el paisaje. Podés disfrutar tanto! Podés cantar! Podés abrazar a alguien aunque te cueste. Podés bailar como si nadie te estuviera viendo! Podés ayudar a alguien...podés, podés, podés...hay tanto para hacer, tanto para conocer, tanto para disfrutar y tanto, tantos motivos para ser feliz!!! Hay tantos motivos para vivir en la abundancia!!!! Sólo es cuestión de saber que podemos, porque no estamos solos. De no temer porque no hay nada imposible para el Señor.... Sólo es cuestión de confiar y dejar que Él nos renueve!!!

Pensá un rato en esto… Y leelo una y otra vez hasta grabarlo en tu mente y en tu corazón.

Dejame darte un simple consejo y es que lo compruebes por experiencia propia. Esta semana que empieza procurá confiar en Dios, abandonarte a su Voluntad. Aunque sea un solo día de la semana al levantarte reza, estate atento a lo que dice tu corazón en lo más profundo, allí donde Él nos habla. Estate atento a tu alrededor, hacé lo posible y vas a ver cómo Él se encarga de lo imposible. Cuando te vayas a dormir fíjate cómo te sentís. Vas a ver cómo este ejercicio es bueno para aprender a sentir la presencia de Dios en cada acto de nuestras vidas, cómo es bueno para crecer cada día un poco más en el optimismo y la esperanza. Dios nos quiere felices, para que este mundo que transitamos pueda acostumbrarse a reír, siempre que nosotros aprendamos a reír...y sí, somos su milagro, entonces usemos nuestros dones y cambiemos nuestro medio ambiente, contagiando esperanza y optimismo sin temor, porque Él está a nuestro lado!!!!

Probalo vos mismo, después me contás!!! Pensá cosas concretas para “probar” esta semana… anotalas, que no queden en nada.

Te doy otro consejo más, andá guardando estas experiencias que te hacen saber lo valioso que sos, estas experiencia que son fuente se sentido en tu vida. Guardalas en tu corazón como lo hacía María, que “Conservaba estas cosas en su corazón” Lc 2,51. Van a ser esperanza y fuente de confianza cuando te encuentres en días desesperanzados y todo parezca negro. Vos vas a saber que más allá de lo negro está el color, que con una raspadita éste vuelve a aparecer.

Los valles no van a dejar de ser valles pero vas a tener la certeza de que una loma te espera, de que seguir caminando vale la pena, de que si te caes se te va a tender una mano que te va a sostener. Guardar estas cosas en tu corazón te va a ayudar para no olvidarte que sos elegido, especial y muy pero muy conocido y amado por el Señor.

No te olvides de ejercitar tus sentidos, mirá a tu alrededor, continuamente hay cosas que nos hacen saber lo importante y valiosos que somos. Constantemente hay cosas que nos hacen saber lo llena de sentido que es nuestra existencia, sin embargo no nos damos cuenta que el Señor nos renueva y nos quiere seguir renovando. “Yo estoy por hacer algo nuevo, ya está germinando, no se dan cuenta?”. Y ya que estamos un último consejo rezá. Como dice la Madre Teresa

“Mi secreto es simple... rezo”

“Aprendan a disfrutar de la oración, sientan la necesidad de rezar varias veces durante el día, y tómense el trabajo de hacerlo. Si quieren rezar mejor, tienen que rezar más. La oración agranda nuestro corazón. Hagámoslo hasta que sea capaz de contener el regalo que Dios nos hace de sí mismo. Pidan y busquen, y sus corazones crecerán lo suficiente como para recibirlo a Él y conservarlo para siempre.”

“Mi secreto es de lo más simple... rezo. Rezo y a través de mi oración me convierto en alguien que ama a Cristo, y veo que rezarle es amarlo, y eso significa cumplir con su Palabra.”

“Para que sea fructífera la oración tiene que venir del corazón y debe tener la posibilidad de tocar el corazón de Dios. Observen como Jesús enseñó a sus discípulos a rezar. Díganle “Padre” a Dios y alaben y glorifiquen su nombre. Hagan su voluntad, pídanle el pan cotidiano, espiritual y temporal, pídanle perdón por sus pecados y la capacidad de perdonar al prójimo, pídanle también la gracia de ser liberados del mal que está dentro y alrededor de nosotros.”

“La oración es simplemente un dialogo con Dios. Él nos habla, nosotros escuchamos. Nosotros Le hablamos, Él nos escucha. Es un proceso de doble vía: hablar y escuchar. Repitan a menudo la siguiente oración: . Cuanto más recen más fácil les resultará. Y cuanto más fácil les resulte, más rezarán.”

Madre Teresa de Calcuta.

Por eso no dejes de rezar. Recemos.

Para terminar te propongo que de todas las preguntas, respuestas, ejercicios, frases y lecturas de este desierto quedate con una, con lo que te parezca más importante… anotalo y rezalo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario