martes, 3 de abril de 2007

Viernes a la mañana (2007)

“Que no me acostumbre a la vida, que me deje sorprender cada mañana. Porque detrás de cada cosa está tu amor, Dios mío”

¡¡Hola!! Qué lindo encontrarnos de vuelta! Qué bueno poder compartir este rato juntos.... ¿Tenés ganas? Te invito a que te instales en un lugar tranquilo y en el que te sientas a gusto. Vamos a empezar un viaje hacia tu centro, hacia tu interior, a encontrarnos con Jesús ayudados y acompañados por el Espíritu Santo y para hacer este viaje es bueno que estés cómodo.. Que tu cuerpo esté relajado y tu mente despejada. Así que para esto, te propongo un ejercicio simple: una vez que estés cómodo, cerrá los ojos y respirá profundo. Inhala por la nariz, llená tu panza de aire, mantenelo por unos segundos, y finalmente exhala. Hacé esto 4 ó 5 veces, cuando termines, abrí los ojos. Vas a ver como seguramente te sentís más relajado…………………... ¿Listo? Ahora sí, podemos empezar…

Recién con los chicos de tu grupo, reflejaron en un collage las cosas buenas de la sociedad, de la juventud de hoy, de tu alrededor. Reflejaron cuánta vida hay al lado nuestro. Es increíble descubrir que en TODO lo que nos rodea podemos encontrar cosas lindas, que tanto la naturaleza, como las personas, irradian belleza… pero también es impresionante darnos cuenta de que casi todo el tiempo no notamos esto… que las cosas se nos pasan desapercibidas, que estos colores están al lado nuestro y no los vemos….estamos ciegos….

¿Ciegos? Sí. Yo, vos..… todos…. estamos ciegos.

Muchas veces andamos por la vida como si no viéramos. Pasamos por al lado de las cosas sin siquiera darnos cuenta de que existen, o que están.

Vemos, pero no miramos…

Te voy a contar ahora la historia de una persona que era ciega de verdad, que no tenía el don de la vista. Por ahí te suena un poco. Te propongo que la leas, y después la comentamos.

Cuando Jesús salía de allí, acompañado de sus discípulos y de una gran multitud, el hijo de Timeo -Bartimeo, un mendigo ciego- estaba sentado junto al camino. Al enterarse de que pasaba Jesús, el Nazareno, se puso a gritar: «¡Jesús, Hijo de David, ten piedad de mí!». Muchos lo reprendían para que se callara, pero él gritaba más fuerte: «¡Hijo de David, ten piedad de mí!».

Jesús se detuvo y dijo: «Llámenlo». Entonces llamaron al ciego y le dijeron: «¡Animo, levántate! El te llama».Y el ciego, arrojando su manto, se puso de pie de un salto y fue hacia él. Jesús le preguntó: «¿Qué quieres que haga por ti?. El le respondió: «Maestro, que yo pueda ver».

Jesús le dijo: «Vete, tu fe te ha salvado». En seguida comenzó a ver y lo siguió por el camino. (Mc. 10, 46-52)

¿Conocías esta historia? Si la leíste muy por arriba, te invito a que la leas de vuelta, prestando atención a cada parte.

Jesús hizo que Bartimeo dejara de ser ciego, que pudiera ver. Que abriera los ojos, y que viera… Como te decía antes, muchas veces nosotros estamos como Bartimeo antes de su encuentro con Jesús….. ciegos. ¿Qué significa estar ciegos? Estar ciegos, es estar dormidos…. es no ver… No ver la realidad, no vernos a nosotros mismos. Cuántas veces nos pasa que ponemos toda nuestra energía y atención en cosas que no son tan importantes, y nos olvidamos de lo realmente importante… nos olvidamos de todo lo que está pasando a nuestro alrededor. A veces hasta nos olvidamos de nosotros mismos.

Para poder abrir los ojos a la vida, es necesario reconocer que los tenemos cerrados, que no vemos. Pensemos algunas cosas….

-¿Te pasa alguna vez que esperas tanto un momento o una situación que no vivís el mientras?

-¿Te pasás toda la semana esperando a que llegue el fin de semana?

- ¿Estás en el colegio contando las horas y minutos que faltan para irte?

-En tu casa… ¿Hablás con alguien de tu familia? ¿Te pasás todo el día en la compu y en la tele sin saber en qué andan tus hermanos o tus viejos?

-A tus amigos… ¿Les preguntás cómo están, qué les está pasando, cómo se sienten?

-¿Caminás por la calle y andas por todos lados con auriculares puestos, escuchando música y ajeno a los sonidos de tu alrededor?

-¿Hacés cosas porque hay que hacerlas, que no te llenan, te aburren o te hacen sentir mal?

¿Te pasa alguna de estas cosas, o alguna situación parecida? Si la respuesta es sí, significa que estás un poco ciego…

Pero, alto!!! No te preocupes. Es importante reconocer que a veces estamos ciegos, pero también es importante saber que podés recuperar la vista en un minuto. Sólo es cuestión de que te reconozcas ciego y de que quieras ver.

¡¡Hay tanto para mirar, tanto para disfrutar!! Y pasar de la ceguera a poder ver, es solo una cuestión de actitud….todo depende de cómo encares la vida, cada día…Por ejemplo…hay cosas que vas a tener que hacer, como ir al colegio…pero podes elegir qué actitud tomar en el colegio…si estar de mal humor, contando los segundos que faltan para irte, o con una mejor disposición, aprovechando el hecho de estar con tus amigos todos los días, y divirtiéndote! Lo mismo con las cosas que nos pasan que no nos gustan…ya sea en las pequeñas cosas, por ejemplo cuando se te pincha algún programa, podés estar embolado toda la noche, o también podés aprovechar para hablar con alguna amiga o amigo, o hacer algo que no hacen siempre, pero que puede estar bueno.

¿Se te ocurre algún ejemplo, de algo que te haya pasado a vos, en donde todo parecía estar mal, pero tu actitud positiva hizo el cambio? Pensá bien…. seguro que te acordás de algo…….…¿Se te ocurrió? ¿Ves? ¡¡¡La actitud positiva es la que hace el cambio!!! Es darse cuenta de que se puede estar mejor, y de que estar ajenos a la realidad o quejarnos de todo, solo nos nubla la vista… y es tanto más lindo ver!!!

“Mira hacia tu alrededor, mira los ríos, el cielo y la flor. Mira hacia tu alrededor, siente el latido de tu corazón!” – A. Lerner

Hoy con tu grupo haciendo el collage, y ahora, pensando en este desierto, seguramente estés viendo mejor cuánta vida hay al lado tuyo! Pensá ahora en una persona que conozcas que esté “llena de vida”…. ¿Qué cualidades descubrís en esa persona? ¿Qué significa para vos estar lleno de vida? Te invito a que anotes 5 cosas que para vos impliquen estar “lleno de vida”.

¿Listo? Ahora te pregunto…. ¿Te consideras una persona “llena de vida”? Mirá la listita que hiciste recién…. encontrás alguna de esas características en vos? ¿Muchas? ¡Qué bueno! ¿Quizás ninguna? Mmm…. veamos por otro lado ¿Sos una persona querida por alguien? Ah!! ¿Muchas? Ya lo imaginaba… entonces todas las personas que te quieren seguramente ven muchas cosas buenas en vos, cosas lindas, cosas que muestran toda la VIDA que irradias…

Te pido ahora que agarres la maderita que te dieron hace un rato, y escribas en ella 3 cosas buenas que vos veas en tu persona…. cosas que te gusten de vos, que relejen la vida y el amor que hay en vos….. tomáte tu tiempo….

¿Viste? Vos también tenés estas tres y un montón de cosas buenas! A veces nos cuesta más reconocer nuestras virtudes que nuestros defectos. Por lo general las cosas que no nos gustan tanto de nosotros, nos molestan, y son las que más fácilmente reconocemos…Pero no seamos tan duros con nosotros mismos! Ahora pudimos ver que tenés un montón de cosas lindas, que alrededor tuyo hay mucha vida, y que vos también sos quien le da vida al mundo!!

Volvamos ahora a la historia de Bartimeo…

Vamos a volar un rato con la imaginación. En vez de Bartimeo, te propongo que pongas en la historia tus datos, y cosas que hablen de vos….¿Dale?

Existió una vez una chica/chico llamado________________(poné tu nombre), que solía____________________(¿Qué solés hacer?).

Un día escuchás un alboroto y te enterás que es Jesús el que está pasando cerca tuyo. Entonces le pedís que tenga piedad de vos. «¡Jesús, ten piedad de mí por____________________» (por qué le pedís que tenga piedad de vos? Pensá varias cosas, y decíselo muchas veces: «¡Jesús, ten piedad de mí!»).

Jesús miró a Bartimeo y le preguntó qué necesitaba. Aunque los demás lo marginaban, hubo alguien que no lo hizo, hubo alguien a quien le importó Bartimeo.

Así como también hay alguien a quien vos le importas. Hay alguien que escucha tu pedido, hay alguien a quien le interesa lo que te está pasando…Hoy Jesús te pregunta a vos… ¿Qué quieres que haga por ti?

______________ (poné tu nombre) ¿Qué querés que haga por vos?

Hablá con Él, contale qué querés que haga por vos…. escribí si querés, qué estás necesitando, qué querés que Jesús haga por vos hoy… Pensá un ratito y decile en qué te puede ayudar, que puede hacer por vos….

¿Pensaste?

Jesús te llama, como lo llamó a Bartimeo, te pregunta qué queres que haga por vos…. escucha tu grito entre la multitud, porque sos valioso para Él, porque quiere ayudarte a ver, porque quiere que descubras la vida que hay en vos.

“Maestro, que yo pueda ver” Jesús quiere que veas que sos valioso, quiere que veas lo importante que sos a Sus ojos. Jesús te ama y quiere que lo sepas, quiere que puedas ver….. DEJÁTE AMAR POR ÉL…..

Y ahora, para terminar, una última indicación, un último consejo….tratá en estos días, de estar atento a lo que pasa alrededor tuyo…Animáte a ver más allá de las cosas, a disfrutar de la naturaleza, de la gente que te rodean, a encontrar VIDA en las cosas, en las personas, y sobretodo….en VOS!

Mirá a tu alrededor, y tratá también de descubrir a Dios en lo que te rodea… a ese Dios que camina entre la multitud, que camina entre la gente por la calle, a la salida del colegio, en un shopping… a ese Dios que pasa por donde vos estás…. a ese Dios que escucha tu llamado entre la multitud, y te pregunta qué puede hacer por vos…

Te invito a que leas este poema de Pablo Neruda, a ver si te gusta….

Muere lentamente

Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye música, quien no encuentra gracia en sí mismo. Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no se deja ayudar.

Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito, repitiendo todos los días los mismos trayectos, quien no cambia de marca, no arriesga vestir un color nuevo y no le habla a quien no conoce.

Muere lentamente quien hace de la televisión su gurú. Muere lentamente quien evita una pasión, quien prefiere el negro sobre blanco a un remolino de emociones, justamente las que rescatan el brillo de los ojos, sonrisas de los bostezos, corazones a los tropiezos y sentimientos.

Muere lentamente quien no gira el volante cuando está infeliz en el trabajo, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien no se permite por lo menos una vez en la vida, huir de los consejos sensatos.

Muere lentamente, quien pasa los días quejándose de su mala suerte o de la lluvia incesante. Muere lentamente, quien abandonando un proyecto antes de iniciarlo, no preguntando de un asunto que desconoce o no respondiendo cuando le indagan sobre algo que sabe.

“Se puede vivir la vida de dos maneras: como si nada fuera un milagro, o como si todo fuera un milagro” Albert Einstein

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