sábado, 2 de abril de 2005

Jueves a la tarde (2005)

Nadie conoce mejor al invento que su propio inventor

Nuevamente es tiempo de desierto, empecemos con una señal de la cruz. Pidamos a María, nuestra Madre, que interceda ante el Padre por nosotros para que El nos envíe su Espíritu Santo y podamos entrar en su. Dios te salve Maria, llena eres de gracia...

Empecemos con un cuento....

Más de una vez había oído hablar del inventor pero solo cuando anduve por su taller de visita pude entender por qué me habían comentado tanto sobre Él y sus inventos.

Segundos después de tocar la puerta, Él mismo me invitó a pasar, parecía como si desde hace tiempo estaba esperando mi visita. Su taller era tal cual como alguna vez me habían contado. En el techo grandes claraboyas dejaban entrar la luz que alumbraba todos los rincones. En las paredes había muchos estantes repletos de todo tipo de máquinas. En una esquina estaba su mesa de trabajo, algunas chapas, algunos hierros. Había herramientas que después me enteré Él mismo había diseñado para con ellas poder fabricar desde la mas sencilla hasta la más compleja de las maquinas que estaban sobre las repisas. Con trozos de madera y acero, algunos clavos y tornillos lograba hacer máquinas de todo tipo; me deslumbré al ver tanta variedad en los estantes.

Mientras recorríamos el taller me iba contando la historia de cada máquina. Todas las había diseñado con gran ingenio, no había escatimado en nada; cada pieza de cada máquina engranaba a la perfección con la pieza siguiente. Era impresionante verlas funcionar y era más impresionante ver la sonrisa llena de alegría que se dibujaba en el rostro del inventor mientras las máquinas estaban en acción.

Muchas maquinas parecían similares pero el sabio inventor me explico que no había en todo el taller dos máquinas que cumplieran la misma función. Cada máquina realizaba un trabajo clave y especifico. Él mimo había pensado todo para que así fuera.

Seguimos recorriendo el taller, me fue mostrando más y más inventos; mientras me contó una anécdota: “El sacacorchos, me contaba, muchas veces se cree abre latas. Yo lo dejo nomás. No tarda mucho en volver desorientado, totalmente desafilado. Yo acá lo espero, me explicaba mientras abría grandes los brazos. Entonces cambio su rosca y le coloco un poco de aceite. Eso basta para que recuerde el fin para el que fue creado. Entonces sí, vuelve a descorchar los mejores vinos y a compartir conmigo una inmensa alegría cada vez que lo realiza.”

Entre inventos e historias fue pasando la tarde. Después me quede pensando un largo rato. Una vez ya había escuchado decir “nadie conoce mejor el invento que su inventor” esta vez yo misma lo había comprobado.

Esta historia pava del inventor, del sacacorchos y sus inventos me dejo pensando. Te invito a vos a que pienses un rato.
Asegurate nuevamente de estar bien cómodo/a, de que nada a tu alrededor te pueda distraer. Asegurate de que nada en tu interior te pueda distraer. Desconectate por un rato de eso que anda dando vueltas en tu cabeza. Tomate tu tiempo. Aprovecha éste tiempo.


Te voy a contar algo que me pasó un día. Resulta que me levante de la cama, totalmente sobresaltada; no me acordaba nada de lo que me esperaba para ese día. No sé si alguna vez te paso pero había logrado dormir tan profundo que me había desconectado de todo. Entonces abrí los ojos: y vi. Me senté, y me di cuenta que escuchaba. Sentí mi respiración y me di cuenta que sin siquiera darme cuenta, respiraba. Me puse la mano sobre el corazón y me di cuenta que latía. Definitivamente estaba vivo...entonces me pregunte... “¿POR QUÉ VIVO? ¿PARA QUÉ VIVO?”... ¿vos alguna vez te lo preguntaste? ¿Alguna vez te diste cuenta que tu corazón late y late?, ¿alguna vez te preguntaste por qué? ¿alguna vez te preguntaste para qué? Te invito a que vos también te lo preguntes.

Pero espera!!! No dejes que todo lo que ahora estas pensando quede volando en el aire!!! Te conviene ir escribiendo, aunque te de toda la fiaca, escribí!!!!. Anda escribiendo lo que te sale pensar, lo que se te viene a la cabeza. Es un buen ejercicio.

Me acuerdo que una vez viajaba en tren y pude escuchar como una abuelita le preguntaba a una chiquita que no tendría mas de cuatro o cinco años:
“Contame nena, qué queres ser cuando seas grande?” La chiquita abrió grandes los ojos, la miró y no tardo en contestar “Yo quiero ser Feliz”...

Por algo muchos dicen que los chicos encierran una sabiduría llena de simpleza.
No sé si esta chiquita sabía como llegaría a ser feliz pero si tenía bien claro que al fin de cuentas vivía para serlo; vivía: para ser feliz. Yo me vuelvo a preguntar “¿POR QUÉ VIVO? ¿PARA QUÉ VIVO?”

Entonces leo el cuento del inventor. Si es necesario volvé a leerlo. Imaginate la situación, el lugar, las caras. Imaginate que sos vos quien golpea la puerta del taller. Sos vos quien entra y charla con el sabio inventor. Subraya alguna frase que te llamó la atención. Repetila.

Yo vivo, yo fui creado/a y por eso vivo... El inventor se tomo su tiempo, me pensó, me diseño. Como cada una de las maquinas del taller me pensó para una tarea específica. Yo con cada una de mis piezas, de mis características fui pensado/a para cumplir una función especial, para cumplir mi misión. Vos con cada una de tus piezas fuiste creado para cumplir una función especial, para cumplir tu misión. La chica de allá con cada una de sus piezas fue creada para cumplir una función especial, para cumplir su misión. WOW!!!!!! Alguna vez te habías dado cuenta que estabas pensado para algo TAN grande!!!!. Entonces puede ser que te preguntes ¿dónde esta lo grande?, si la chica de allá, vos y yo con 15, 16 o17 años no hacemos ninguna maravilla. Justamente en eso esta lo grande. En que cada uno de nosotros somos únicos, cada uno de nosotros tiene piezas específicas. Vos:....................... .................................(completa poniendo tu nombre) sos único e irrepetible. Y por eso sos algo TAN grande!!!! Por eso sos algo TAN especial!!! Por eso es TAN importante que aproveches tu vida!!!! Por eso es TAN importante que cumplas TU misión!!!!!!.......porque es tuya!!!!!!.........y de nadie más.

Sigamos pensando, rezando un poco más. Pensá un rato en el sacacorchos que se creía abre latas. Aunque a los golpes es posible abrir una lata con un saca corcho cuanto mas fácil, cuanto mas sencillo y placentero es usar el abre latas y utilizar el sacacorchos para descorchar una botella. Parece tonto el saca corcho saca corchos y el abre lata abre latas. Ninguna ciencia. Volvé a leer esa parte del cuento: “El Sacacorchos. Muchas veces se cree abre latas. Yo lo dejo nomás. No tarda mucho en volver desorientado, totalmente desafilado.” “ Yo acá lo espero.” Decía el inventor mientras abría grandes sus brazos. “Entonces cambio su rosca y le coloco un poco de aceite. Eso basta para que recuerde el fin para el que fue creado. Entonces sí, vuelve a descorchar de los mejores vinos, y a compartir conmigo una inmensa alegría cada vez que lo realiza.”... Y por acá debe estar la cuestión. El sacacorchos sólo encuentra la verdadera alegría, sólo encuentra la verdadera felicidad cuando saca los corchos, cuando cumple con aquella función para la cual fue pensado. Cuando lo hace comparte la alegría y felicidad con el inventor. Vos:

¿Cuándo encontras la felicidad? Qué cosas te hacen verdaderamente feliz?
Pensá en algún momento concreto en el que te sentiste pleno. En el que te sentiste colmado...qué hacías? Con quién estabas?

Y ahora cómo estas? Qué deseas? Qué deseas para hoy? Y para mañana?...Y cuando seas viejo? Cómo te vez de viejo?

No te olvides que tu corazón late, que ESTAS VIVO!!! Qué deseas de tu vida?, Qué es lo que más queres, lo que mas deseas?

Nunca debemos dejar de lado los deseos profundos con los que nacimos y morimos, porque son verdadero fruto de la gracia. Los podemos postergar pero no renunciar a ellos porque fue Dios quien los puso en nuestro corazón y es Él quien garantiza que sean colmados. Desear es ver la oportunidad de ser felices. Cuando un deseo es profundo y es colmado la felicidad brota desde adentro y fluye para afuera como una fuente. En cambio, cuando nuestros deseos son mas superficiales al ser colmados sentimos una excitación pasajera pero después estamos llenos de frustración. Como no encontramos verdadera felicidad, nos sentimos vacíos y tratamos de llenarnos con experiencias sensibles. Damos manotazos a cosas exteriores que no nos sacian. Eso nos vacía aun más.

Te propongo que sigas descubriendo cosas nuevas en vos. Pregúntate.... Cuáles son esos deseos que te dejan vació? Con qué experiencias tratas de llenarte en esos momentos? Anota y descubrí situaciones, actitudes y relaciones con las que te sentiste vacío... Cómo reaccionaste? Pensá ahora en los deseos que te plenifican. Cuáles son esos deseos que descubrís en lo mas hondo de vos? cuáles son tus deseos profundos?. Cómo vivís esos deseos? ¿Con culpa con libertad, con esperanza, con resignación, abriéndote a los demás, aislándote?

Me acuerdo que un día un amigo me dijo “Santo es aquel que cumple su misión”. No es esto sobre lo que estamos hablando sobre ser Felices, sobre encontrar la verdadera felicidad cumpliendo con nuestra misión?. No es lo mismo decir con otras palabras que estamos invitados a ser Santos?. CUIDADO!!!!! No te vayas a imaginar al clásico santo de estampita, o no pienses que ser Santo es ser un opa. Ser Santo no es nada mas ni nada menos que cumplir con la misión la cual nos fue dada, ser santo es aprovechar la vida, ser Santo es ser feliz. Ser santo es desear profundo y dejarse colmar. Estamos invitados a ser felices, estamos invitados a ser Santos...

Para ir terminando recémosle un rato al Padre, a nuestros inventor.... Pidámosle que nos ayude a descubrir nuestros deseos profundos, que los colme. Pidámoselo a Él que tanto nos conoce, porque nadie conoce mejor el invento que su propio inventor.

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