martes, 6 de abril de 2004

Sábado a la tarde (2004)

Momento de hacer silencio otra vez, de encuentro, de oración, de abandono y comunión. Hacé un esfuerzo por relajarte, olvidarte que hay otras personas, que hay ruidos. Ahora estás solo. Tratá de que vaya naciendo ese silencio interior. ¿Cuesta no? Pero tranqui que es sólo ahí donde te podés encontrar con vos y con Dios. Hace la señal de la cruz y repetí dentro tuyo..."Dios mío creo que estas aquí presente, que me estas escuchando, que me conoces muy bien"…

¡Qué intensidad la de estos días! pocos pero bien cargaditos. Te anticipo que cuando uno decide aferrarse a las manos de Jesús, la vida es así, intensa y jugosa. Estos últimos tres días son un pequeño resumen de lo que Jesús vino a enseñarnos con su vida.

En esta pascua con seguridad se encendió algo dentro tuyo, quizás una pequeña y casi imperceptible luz, o no, todo lo contrario!!... Una vez escuché que cada uno es como un colador donde adentro llevamos una luz tan pero tan potente que encandila. Pero el problema es que con la mugre, el abandono, el descuido los agujeritos se tapan y no dejan que la luz pase bien, entonces se nos complica el caminar porque la luz no alcanza para iluminar y poder ver el camino y mucho menos para poder guiar a otros. Cuando Jesús entra en nuestras vidas, hace mantenimiento completo.

El jueves, Jesús nos dejó su presencia en su sangre y en su cuerpo, nos mostró el camino de la verdadera humildad, el servicio, la obediencia y la entrega. Tratá de recordar y fijarte qué fue lo que más te sorprendió e impactó en vos anteayer. Si te animás armate una pequeña lista de lo que se te grabó.

El viernes nos mostró su fortaleza, su renuncia, su misión, su amor misericordioso y nos entrega su humanidad, y con ello su amor.

Y hoy sábado nos entrega su vida porque él no muere cuando muere, no desaparece cuando se va, sino que muere para resucitar... para vivir resucitado en cada uno de nosotros. Y nos da la oportunidad de “resucitar” también nosotros, vos y yo, ¿qué mejor momento para cambiar que la pascua?, para “renacer”, para pedirle a DIOS que nos regale un corazón nuevo.

Es por eso que estos días te movieron algo dentro tuyo, aunque sea un poquito de curiosidad. Te pico algo en todo lo que viviste: tal vez angustia, miedo, alegría, plenitud, esperanza, tristeza, ganas de cambiar....estos días de Pascua Joven te despertaron!!!

Durante estos días, Jesús nos muestra que El es nuestra verdad, nuestro camino y nuestra vida. Porque sin El nada existe. ¿Por qué “camino”? Porque la vida de Jejjnsús es una vida de santidad. Porque sólo con El podemos andar en la luz, donde no tenemos miedo que nos vean, porque su vida es nuestro ejemplo. ¿Por qué “verdad”?. Todo camino va hacia un fin. Tiene un propósito de ser caminado. Tiene una forma de ser recorrido y esa forma es la propia vida de Jesús. El hombre es un permanente buscador de verdad, un ser ansioso de claridad, un alma hambrienta de profundidad. Quién mejor que El para llenar ese vacío, para guiarnos por ese camino. Qué mejor verdad que la de El, conociéndonos y amándonos como lo hace. ¿Qué sentido tendría sino tu vida?
¿Por qué “vida”? Porque murió para resucitar en cada uno, en vos y en mi. El es esa luz que encandila dentro de tu colador. Porque vive en cada criatura convirtiéndote en un ser especial, diferente y único. Porque la vida sino no tendría razón de ser.

Puede que esto suene medio abstracto, pero no. Es lo mas concreto que existe. ¿Cómo se manifiesta esto? ¿Dónde lo encuentro? ¿Dónde esta el camino? ¿Dónde la verdad? ¿Qué es lo que da vida? …. el AMOR

Cerrá los ojos, tapate los oídos, imaginate la nada, sin nadie alrededor. Sólo vos y la nada. Ni familia ni amigos ni sol, ni tierra... hacelo durante unos minutos...¿Qué sentiste? ¿Soledad? ¿Abismo? cuanta desesperación, infelicidad. Nadie a quien amar, nadie quien nos ame. ¿Vale la pena vivir? puede que amar requiera compromiso, nos genere miedo, ida, entrega, abandono, necesite de nuestro esfuerzo y voluntad. Alguien una vez me dijo: "Sí, el amor puede doler, pero sin amor no hay vida y yo prefiero vivir amando que vivir muriendo. Gastar la vida entera en aprender a amar debe valer la pena. Debe ser una vida aprovechada."

"Uno se arroja hacia aquello que ama y está seguro de que el salto no será una locura. Porque uno nunca se equivoca cuando va hacia aquello que merece ser amado. La vida merece ser amada. Y lo merece a pesar de que uno sabe de antemano que se recibirán en ella muchas zarandillas, que no se
escasearan los tropezones. Pero si uno tiene miedo a tropezar alguna vez, más vale no levantarse de la cama por la mañana. Entonces se consigue no sufrir porque ya sé esta muerto."

Puede que cueste ver que ésta es la fórmula de nuestra vida, nuestra salvación. A lo mejor unas palabras, un gesto demuestren parte de esto. Pero recién te vas a dar cuenta de TODO esto cuando vos camines, cuando VOS te muevas a buscar la verdad, cuando VOS solo VOS te empapes de vida. Es por esto que vos tenés que descubrir porqué Jesús es TU camino, porqué Jesús es TU verdad, y porqué Jesús es TU vida. Porque muchos te lo pueden contar pero solo vos lo podes vivir!

Estamos en una sociedad en donde el compromiso aterra, en donde la mediocridad y la vulgaridad son las que llevan la delantera en esta vida. Pero ¿Qué tenemos a cambio? Nada, lo que es peor, VACIO. Pero...¿Qué esperas?...¡LLENALO!. Pero sos vos quien tiene que agarrar los instrumentos que Dios te da y empezar a construir tu vida y la de otros, este mundo.

No esperes salir de Pascua y querer cambiar tu vida en un giro de 180º porque por más de que esté bárbaro, esa euforia lamentablemente, se va perdiendo y solo que da lo profundo. Tenés que buscar a dios en las cosas de cada día, en lo cotidiano, Jesús resucitado esta en el chico que esta al lado haciendo el desierto, en el señor que te pide plata en el tren, en tus amigos, en tu familia, en VOS! Trata de salir y regar cada día, esa semilla que va a dar fruto, pero de a poco. Destapar los agujeritos del colador cuesta. No se hace de un día a otro. Aunque en este momento sientas que si podes cambiar todo ahora ya, en unos días te vas a dar cuenta que no, pero no te desalientes!!, todo lo contrario, decir que SI a Dios no es el camino más fácil, y eso es lo bueno!!

La clave: EL AMOR.

“No crean que el amor, para ser verdadero, tenga que ser extraordinario. No. Lo que necesitamos de nuestro amor es la continuidad, la constancia de amar siempre a quien amamos.(...) No busquen a Jesús lejos de ustedes: El no está lejos. ESTÁ EN USTEDES.” Madre Teresa de Calcuta.

Y es así!, de eso tenemos que estar seguros, Dios no nos llama a todos a ser La Madre Teresa, o San Francisco de Asís, no, para cada uno de nosotros tiene planeado algo, ninguno es mejor que otro, solo tenemos que hacer bien lo que nos pide. Dar todo de uno. Y se empieza desde algo chiquito, cosas pequeñas, gestos pequeños. Pedacitos de amor por todos lados, así todo acto de amor es una pequeña resurrección. Empezá tu día por cosas concretas, cosas accesibles a vos, no busques hacer algo enoooorme el lunes después de Pascua, empezá por algo chico. Pero ¿Qué tenés para entregar?, ¡¡Muchas cosas!! Por eso es tan importante que te conozcas, que sepas cuales son tus virtudes, tus defectos, también cuales son tus miedos, como sos en cada lugar, conocer tus valores, tus metas, tus necesidades y sueños. CONOCERTE. ¿Cómo?... Observándote, haciendo mucho silencio y buscando dentro tuyo donde esta esa luz, donde esta Dios, que sabe mejor que nadie quien sos, qué sos capaz de hacer y que apuesta mas que nadie en vos, porque te Ama. Cuando descubras esto ultimo, pero en serio, vas a ver que hasta podes mover montañas si querés.

En estos minutos que te queden libres trata de hacer una lista de aquellos pequeños gestos de amor que hacen mas vividero este mundo y que estiran el corazón de quien los hace. Algunos: sonreír a todas horas, con ganas o sin ganas, hacer favores, olvidar las ofensas, multiplicar el saludo, estudiar
los gustos ajenos, dar buenas noticias, etc.

“Amame tal como eres. Conozco tu miseria, conozco los combates y las tribulaciones de tu alma, la fragilidad y las enfermedades de tu cuerpo; conozco tu cobardía, tus pecados, tus fallecimientos. Pero a pesar de todo te digo: dame tu corazón, ámame como eres. Si esperas ser un ángel para amar, no me amarías jamás. Aún cuando recayeras a menudo en las mismas faltas, que quisieras no cometer nunca, aún cuando fueras cobarde en la práctica de la virtud, no permito que me niegues tu
amor.

Hijo mío, déjame que te ame. Quiero tu corazón. Quiero formarte, pero mientras tanto, te amo como eres. Y anhelo que tú hagas lo mismo: deseo ver, desde el fondo de tu miseria, elevarse y crecer tu amor. Amo en ti hasta tu misma debilidad. Amo el amor de los imperfectos. Quiero que, desde tu indigencia, se eleve continuamente este grito: "Señor, te amo". Es el canto de tu corazón que más me agrada. ¿Necesito acaso de tu ciencia, de tus talentos? No son virtudes las que busco. Si te las concediera, tu amor propio pronto las debilitaría. Por ello, no te inquietes. Hubiera podido destinarte a grandes cosas. Pero no: tú serás el servidor inútil. Acepta de ti lo poco que tienes. Yo te he creado para el amor. ¡Ama! El amor te impulsará a realizar lo que tengas que hacer, aún sin que lo pienses. No pretendas otra cosa sino llenar de amor el momento presente. Cuando tengas que sufrir yo te daré mi gracia. Tú me has dado el amor. Yo te daré un amor tan grande como jamás podrías soñar. No te olvides: ámame tal como eres.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario