jueves, 4 de abril de 2002

Sabiéndome amado por Jesús puedo amar y servir a los demás

Nunca es tarde para amar. Todos los días a cualquier hora en donde estés, se te presenta esa gran oportunidad de elegir amar. "Yo soy nada, porque el hombre, no es hombre si no ama".

Supongamos que un amigo te invita a comer, cuando llegas a su casa la mesa está preparada y alcanzas a oler tu comida preferida. Instintivamente te sentás frente a un plato que rebalsa de papas fritas y una enorme milanesa. Levantas la mirada y te encontrás rodeado de grandes amigos. Después de mirar un rato descubrís que cada uno tiene un menú diferente. Otra vez, este amigo que tanto admiras te sorprende con este acto de amor, preparo una comida especial para cada invitado. Agradecen y empiezan a comer. Disfrutan del encuentro, del compartir como siempre entre risas y recuerdos, el anfitrión decide hablar:

Hoy los reuní porque hable con el médico y terminó el tratamiento, ya no pueden hacer nada para evitar que muera. Me dieron una semana como mucho. Ya no voy a estar con ustedes, pero quiero que sepan que me quedo con ustedes. Sí, cada vez que coman su comida preferida yo voy a estar ahí, así como hoy, igual de presente.. Les entrego lo que soy, dándome en este amor que siento por ustedes y que nunca va a acabar.

Tomate unos minutos

¿Te sentirías amado?

¿No tendrías ganas de abrazar con todas tus fuerzas a tu amigo?

Ahora imagínate hace 2000 años atrás. Jesús te invita a su mesa. Antes de hacerte pasar, el hijo de del dueño del mundo se agacha a lavarte los pies llenos de polvo.¿Por qué hace semejante cosa? Sin duda está poniendo en práctica lo que dijo alguna vez: "El que a sí mismo se engrandece, será humillado, y el que se humilla será, engrandecido" ¡Qué tipo Jesús! Seguía al pie de la letra cada palabra que salía de su boca. Te sentás a la mesa con los demás apóstoles y Jesús como de costumbre empieza a hablar:

En un par de días voy a morir. Así lo quiere mi padre. Esta es nuestra última cena juntos. A partir de ahora yo voy a estar con ustedes, pero de manera diferente. Leamos Lc 22,14-20:

"He deseado ardientemente comer esta Pascua con ustedes antes de mi Pasión, porque les aseguro que ya no la comeré‚ más hasta que llegue a su pleno cumplimiento en el Reino de Dios". Y tomando una copa, dio gracias y dijo: "Tomen y compártanla entre ustedes. Porque les aseguro que desde ahora no beberé‚ más del fruto de la vid hasta que llegue el Reino de Dios". Luego tomó el pan, dio gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: "Esto es mi Cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía". Después de la cena hizo lo mismo con la copa, diciendo: "Esta copa es la Nueva Alianza sellada con mi Sangre, que se derrama por ustedes”.

Vos estas ahí y no entendés nada. Un día Jesús se había aparecido en tu vida y te había dicho que lo sigas. A vos te enamoró al instante, así que no dudaste y te encaminaste. Él te enseño a cambiar tu vida, a fijarte en todos los que te rodean, a defender lo bueno y tantas cosas más... Ahora que dejaste todo y empezaste a cambiar ¿se va a morir?. No solo eso sino que también delira con que se va a convertir el pan en su cuerpo y el vino en su sangre.

Mirás a tu alrededor. Pedro tiene la mirada clavada en Jesús, su corazón esta que explota de amor, sin embargo unas horas después va a negarlo como si no lo conociera. Judas duda, ¿qué hago lo traiciono por 30 monedas de plata? Juan, el discípulo amado, quisiera llorar porque le parece demasiada la entrega de Jesús, solamente lo contempla desde el silencio.

¡¡¡Cerrá los ojos y sentate ahí!!!

- ¿Te sentís como Pedro, como Judas, como Juan?

- ¿Dudás? ¿Lo traicionás? ¿Los contemplas en silencio?

Quizás tu situación sea otra distinta a la de estos tres apóstoles. Seguramente sabrás que esta pasando algo importante. Jesús se está entregando, para siempre. De repente su mirada se clava en la tuya y sentís que te quema de amor. Te empezás a acordar de las cosas que hizo mientras lo acompañabas... tantos milagros!!! Y jamás faltó a su palabra, así que ¿porqué te va a mentir ahora? Le crees. Comes y bebes de lo que te esta dando, todo su ser... la mayor entrega.

Volvé al hoy.

- ¿Entendés ahora cuanto te amó Jesús?

Sí, Jesús vivió y se entregó por vos, eligió darte todo, eligió darse todo. Es un amor tan desprendido que hasta nos cuesta aceptarlo. Jesús te ama entero, como sos, hasta las últimas consecuencias, aunque lo niegues, lo traiciones o lo mates. "Padre perdónalos pues no saben lo que hacen". Te perdona con una infinita misericordia y así como si nada te invita a amar a vos también. ¿Te acordás del mandamiento nuevo? "Ámense los unos a los otros como yo los he amado". Y no fue que te dijo: “ Ama” y él se lavó las manos, dijo: “Ama como yo, entrégate, viví por y para los demás. AMA.”

Y como 2 más 2 es 4, amar es servir. Servir no es tan aburrido como parece es más bien como dice la Madre Teresa de Calcuta: "Soñaba que la vida era alegría, desperté y vi que la vida era servicio, serví y vi que la vida era alegría".

Servir es alegrarse, encontrar a Jesús en cada persona que se nos cruza a diario. Jesús está, porque quiso quedarse con nosotros. Aunque te cuesta verlo se esconde en esa profesora que no te bancas, adentro de la chica que te vende ropa o del flaco que te carga nafta. Así como desde vos puede amar a los demás, desde ellos a cada instante te ama a vos. Parece utópico, pero es real. Nada más tenés que abrir los ojos, y despertar a la vida, despertar al amor, despertar al servicio.

Antes de la fiesta de Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, Él, que había amado a los suyos que quedaban en el mundo, los amó hasta el fin. Durante la Cena, cuando el demonio ya había inspirado a Judas Iscariote, hijo de Simón, el propósito de entregarlo, sabiendo Jesús que el Padre había puesto todo en sus manos y que Él había venido de Dios y volvía a Dios, se levantó de la mesa, se sacó el manto y tomando una toalla se la ató a la cintura. Luego echó agua en un recipiente y empezó a lavar los pies a los discípulos y a secárselos con la toalla que tenía en la cintura....() Después de haberles lavado los pies, se puso el manto, volvió a la mesa y les dijo: "¿comprenden lo que acabo de hacer con ustedes? Ustedes me llaman Maestro y Señor, y tienen razón, porque lo soy. Si yo, que soy el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros. Les he dado el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo hice con ustedes. Les aseguro que el servidor no es más grande que su Señor, ni el enviado más grande que el que lo envía. Ustedes serán felices si, sabiendo estas cosas, las practican.

(Jn 13:1-17)

Cuando Jesús les lava los pies a los discípulos una vez más les dice: hagan como yo. Les di el ejemplo para que amando sean capaces de servir. Es como si volvieras de una caminata y alguien te hiciera masajes en los pies.

Te estarás preguntando ¿cómo hacer para amar y servir como Jesús? La respuesta es fácil: ENTREGÁNDOTE. ¿Cuándo? Siempre, ¿Cómo? Todo, abriendo tu corazón, dejando las cosas en manos de DIOS. Sabiéndote amado por Jesús sos capaz de todo, de darte por entero. Saber perder el tiempo por el hermano es la mejor inversión hablando en cristiano. Dar nuestras cualidades y talentos a los otros, que al fin y al cabo para eso DIOS las puso en nuestro corazón. Dar toda la ayuda que esté a nuestro alcance y darla a todo el que nos la pida y a todo el que la necesita. Pero lo más difícil de todo es darse a uno mismo, destruir el egoísmo. Ese es el verdadero amor. Para lograr esto sólo hace falta salirse de uno mismo para buscar al otro.

Empezá a preguntarte cada mañana:

- ¿Qué necesita papá? ¿Y mamá? ¿Y mis hermanos?

- ¿Qué necesita ese pibe que siempre está sólo en la clase y todos se burlan de él?

- ¿Porqué llora ese chiquito que está sucio en el cordón de la vereda?

Existen los otros y no sólo eso sino que necesitan amor igual que vos. Ellos tienen que saber que Jesús se entregó por cada uno de ellos también. Hoy Dios se vale de vos para que el mundo que te rodea se entere, se sepa amado.

La entrega es felicidad, es la posta, si lo haces con amor. Sino miralo a Jesús, seguro que sufrió muchísimo, esta a la vista, pero nadie puede discutir que fue el hombre más feliz que piso la tierra. Todo porque amó y sirvió con todo su ser. Claro que es difícil parecerse a Jesús, estarás pensando que nunca vas a poder amar como él, entonces ¿para qué vas a perder el tiempo? Afortunadamente vale la pena, sino Jesús no te estaría invitando. Es más si tratas, cada día vas a estar más cerca.

- ¿Para qué se entrega Jesús?

Para salvarnos; pero ¿alguna vez pensaste que es para salvarte a vos? ¿Para salvarte de qué? Sí, sí del pecado original, es una respuesta un poco amplia ¿no te parece? Pecar es simplemente faltar al AMOR, al amor con mayúscula, al amor de Jesús. Muchas veces hasta sin darnos cuenta faltamos al amor, nos olvidamos de servir. ¿Cuándo? Cuando nos miramos tanto el ombligo que nos cuesta levantar la cabeza para disfrutar del mundo que nos rodea y aportarle de lo nuestro.

Hoy es jueves Santo y vuelve a pasar como cada jueves Santo, igual que hace 2000 años, o cualquier misa; Jesús se nos da en la Eucaristía, por amor, para quedarse con nosotros, acompañarnos a caminar y desde dentro nuestro amar a los demás. Acordate...

- ¿Lo escuchás a Jesús sentado en la mesa con vos entregándose?

- ¿Cómo te mira?

- ¿Aceptás su invitación?

Eso es lo que DIOS más quiere de vos y por eso te entrega a su hijo, para que descubras la felicidad y aprendas a AMAR. Darse es convertirse a DIOS, as algo sublime y meritorio, pero cuesta. Pretender solamente lo posible y lo fácil es condenarse a la mediocridad, en cambio, el que ama, el que ama de veras, no reconoce ni límites, ni fronteras, ni imposibles. La famosa frase que dice "nadie da lo que no tiene" con Jesús es "nadie tiene lo que no da". Inclusive uno no es dueño de uno mismo hasta que no se da íntegro, sin resguardo y sinceramente tal cual es.

Asíque para terminar te propongo una cosa: Arriésgate, no temas, sé valiente, simplemente ama; y si amas con todo tu corazón al Señor y a los hermanos, te sentirás impulsado a la entrega total, sin reservas, generosa y eficiente.

"El que no vive para servir, no sirve para vivir"

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario