viernes, 18 de abril de 2014

Viernes Santo a la tarde (2014)

Hola, cuantas cosas… ¿No? Qué bueno tener este momento para frenar un poco y no dejar que todo lo que estamos viviendo nos pase simplemente por al lado. Qué bueno tener este tiempo y aprovecharlo para agarrar las riendas de nuestra propia vida.

Miremos un poco en el día de hoy. A la mañana la celebración de la cruz y ahora esta bajada, bastante rara, y con tantas cosas para pensar. ¿Qué tiene que ver todo esto? ¿Qué tiene que ver Jesús y su cruz conmigo, mi propia vida, mis problemas, mis dolores, mis preocupaciones, mis cosas?

Hoy Jesús se entrega, le hace frente a todo y se da a sí mismo, mira a todos y a cada uno de sus miedos a la cara y abre sus brazos, a la voluntad de su padre, de par en par. Tal vez, es ese el mensaje que podemos tomar, tal vez es ese el gesto que podemos imitar. En  vez de pasar de largo y seguir corriendo ante esas cosas que hacen ruido en nuestro interior y exterior, frenar, reconocerlas y TRANSFORMARLAS.

¿Transformarlas? ¿Transformarlas onda, chau pasame la varita mágica y plum no están más? NO. Transformarlas no es irte de acá sin problemas y con todo resuelto, volver a casa teniendo la familia perfecta, el cuerpo perfecto, los amigos perfectos, siendo el mejor en todo… ¡NO!

Transformarlas es HACER algo al respecto de todo eso que NO TE DEJA SER VOS MISMO. Que te oprime, que no te permite sentirte y estar bien con vos, con Dios, o con los demás. Y muchas veces HACER algo no es necesariamente una medida drástica, muchas veces hacer algo tiene más que ver con un cambio del alma, con PONERLO EN LAS MANOS DE DIOS, rezarlo, ofrecerlo, tener Fe. Por supuesto que esta Fe tiene que ser una Fe práctica, activa, una Fe que nos mueva, que no nos deje estancados.

Pedro en Lc 5, 7, ante todo lo que Jesús le ofrece, se siente poca cosa, se asusta y le dice:

“Ellos acudieron, y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús y le dijo: "Aléjate de mí, Señor, porque soy un pecador".

Muchas veces, y tantos años después, nos sigue pasando lo mismo. Nos seguimos sintiendo poca cosa. Tal vez no ante Jesús, pero si ante nuestra vida. Cada uno de nosotros es totalmente único y particular, por lo cual también así va a ser todo lo que tengamos adentro. Hay muchas cosas hoy en día que nos pueden oprimir, la sociedad, la estética, lo  que es canchero y lo que no, las etiquetas, los miedos, la soledad, el bajo autoestima, lo que los demás piensen, mi familia, las cosas de mi historia que no puedo sacar adelante, el dolor, la muerte, la sexualidad, los miedos, los fracasos, lo que los demás esperan de mi, lo que yo mismo espero de mi, el no sentirme querido o querida, aceptado o aceptada, etc.

Pensando un poco en la dinámica de recién, en esos carteles que leíamos mientras bajábamos, y sobre todo EN TU PROPIA HISTORIA, ¿Con qué te sentiste identificado?, ¿Qué es eso que te oprime?, ¿Hay algo que no te esté dejando SER VOS MISMO? Haya estado en uno de los carteles, o -probablemente- no, ¿qué es eso que necesitas renovar adentro tuyo?

________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

Cuando decimos “RENOVAR”, suena muy lindo, pero ¿cómo?

Renovarnos, es lo que Jesús nos ofrece muriendo en la cruz. ¿Y cómo? RESUCITANDO. Esto significa que Jesús hoy y ahora se sienta enfrente tuyo, te mira a los ojos y te dice:

Ofreceme toda tu carga, todo tu dolor, todo lo que estuviste pensando, todo lo que te angustia y ni siquiera sabés bien qué es, pone todo el dolor de tu historia en mis manos, porque esta noche, cuando muera en la cruz, todas esas cosas van a morir conmigo, y van a volver a nacer, porque yo soy el que hace nuevas todas las cosas

Entonces ahora te pregunto más concreto: ¿A qué le querés dar muerte hoy en la cruz de Jesús?
________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

Esto, como bien dijimos, no es borrar y solucionar todos mis problemas, sino que es aprender a quererme, a querer lo que me tocó, lo que me pasó, lo que soy, lo que forma mi vida, aprender a vivirlo de la mano de Jesús y EMPEZAR A CONSTRUIR MI LIBERTAD, no dejar que esas cosas bloqueen el camino para llegar a aquello que realmente soy, sino que, por más difícil que resulte, me enriquezcan en este camino.

Acordate: Reconocer tu historia, de la mano de Jesús, te ayuda a transformarla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario