¡Hola! ¡Ya es sábado a
la tarde! Este es el último desierto que vas a hacer durante el retiro;
aprovechá para terminar de “decantar” todas esas cosas que quedaron resonando
adentro tuyo. Te invito a que te pongas en presencia de Dios… “En
el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo. Amén”. Empecemos…
Recién te encontraste
con distintas historias de vida. Seguramente, en el grupo estuvieron charlando
bastante sobre esto, pero tomate un rato para terminar de “procesarlo”. ¿Cómo
te sentiste durante esta experiencia? ¿Conocías historias parecidas? ¿Qué
sentimientos te surgieron? ¿Aprendiste algo nuevo? ¿Qué te quedo resonando en
el corazón?
Hoy Jesús nos invita a
poner el acento en el otro, a salir de nuestro propio “yo” para encontrarnos
con nuestro prójimo. La propuesta de Jesús es que miremos a los demás de una
manera distinta, desde SUS ojos. ¿Cómo crees que es Su mirada? Miremos cómo fue
su relación con los demás a lo largo del Evangelio de esta Pascua:
·
Jesús
va a buscar a los que están apartados, se pone en “movimiento” para llegar a
todos por igual. Por ejemplo, cuando fue a buscar a los pescadores que
limpiaban sus redes y no se encontraban junto a la muchedumbre.
·
Está
atento a las necesidades más profundas de los otros, apartándose del centro y poniéndolos
como prioridad. Tiene verdaderos encuentros con los demás, los escucha y sabe
que es lo que verdaderamente necesitan.
Se da cuenta que los discípulos no habían pescado nada y los ayuda.
·
Es
misericordioso, está siempre dispuesto a perdonar. La misericordia de Dios se
basa en su amor por nosotros; es como un Padre que perdona a sus hijos cuando
éstos se equivocan. Pedro tiene miedo, porque se reconoce débil, pecador. Pero
Jesús lo perdona en vez de condenarlo.
·
Confía
plenamente en su Padre, sabiendo que él lo acompaña y sostiene en todo momento.
Sabía que al ir mar adentro y echar las
redes, Dios iba a obrar.
·
Es
el primero en confiar en el otro, en cada uno de nosotros y en enviarnos a
proclamar su Buena Noticia. Al final del Evangelio, Jesús le dice a Pedro: “No temas, de ahora en adelante serás
pescador de hombres”.
Ahora te invito a que
escribas qué otras actitudes de Jesús te llamaron la atención a lo largo de
esta Pascua y te gustaría imitar:
·
_________________________________________________________________
·
_________________________________________________________________
·
_________________________________________________________________
Acordate de las puntas
de la estrella que trabajaste en el desierto del jueves. ¿Cómo reaccionas ante
las situaciones que se presentan en cada uno de estos ámbitos? ¿Cómo lo haría
Jesús? ¿Reaccionan de la misma manera? A partir de estas actitudes que viste,
¿Crees que podrías hacerlas propias y tener una mirada distinta? A partir de
ahora, trata de pensar siempre cómo actuaría Jesús, tanto en las situaciones
buenas como en las malas. Él nos invita a vivir en su amor en todo momento;
cuando no sepas cómo obrar, cómo actuar, acordáte del mandamiento que nos dejó:
“Ámense
los unos a los otros como yo los he amado”.
Jesús nos envía a
llevar su mensaje de amor, alegría y esperanza a los demás. Pero no nos deja solos, confía en nosotros y
nos dice “no teman”. Cada uno es
instrumento de su amor. Quizá parezca poco lo que podemos hacer, pero si
ponemos nuestra confianza en Él y dejamos que obre a través nuestro, puede
multiplicar todo y “hacer nueva todas las cosas”.
Él no solo le pide a
Pedro, sino a cada uno de nosotros, que seamos “pescadores de hombres”. Pero…
¿Qué significa ser pescador de hombres? El mayor ejemplo de esto fue Jesús: en
primer lugar, yendo a buscar a los discípulos, y también hoy lo sigue haciendo
con cada uno de nosotros. Para ser pescadores de hombres tenemos que imitar al
más grande Pescador, intentando vivir cada una de éstas actitudes que nos enseña
a través de su Palabra.
Ahora… pensando más en
vos, en tus dones ¿Cuáles crees que Dios te regaló? ¿Cómo podrías ponerlos al
servicio para ser pescador de hombres? No hace falta ser “exitoso” o tener
muchas “riquezas” o “poder”, solo basta con que le digas “SI” a este llamado que te está haciendo. Él eligió a hombres de
corazón humilde, trabajadores… Un ejemplo claro, fue María, una joven sencilla,
que a los ojos del mundo, no podría haber hecho grandes cosas, pero a los ojos
de Dios, era tan valiosa que la eligió para ser la madre de su hijo. Ella
también tuvo miedo al principio, pero con la confianza puesta en él, Dios hizo
en ella grandes cosas.
En unas horas va a ser
Pascua, que quiere decir “paso”, “transformación”. Pedile a Jesús que te de
fuerzas para vivir una Pascua interior, para poder transformar tu mirada en la
mirada de Jesús.
Jesús, con su ejemplo,
nos propone un camino que nos lleva a la felicidad. Él es el Camino, la Verdad y la Vida ¿Te animas a seguirlo?
Te invitamos a que termines
rezando esta oración que resume un poquito lo que estuviste pensando y te
animes a ofrecer todo a María…
ORACIÓN PARA ESTAR AL SERVICIO DE LOS
DEMÁS
Nos has mostrado con tu ejemplo, Señor, que es posible vivir
para los demás. Tu vida es un espejo fiel donde mirarnos para descubrir cuánto
nos falta cambiar y cuánto todavía podemos dar a los demás. Tú saliste a
recorrer los caminos para ir al encuentro del necesitado y el excluido. Tú
acogiste a los despreciados y a los que todos marginaban y dejaban a un
costado. Tú atendiste las necesidades del pueblo, sanaste sus enfermedades, les
enseñaste a compartir el pan, y vivir unidos. Tú ofreciste tu vida hasta el
final, hasta entregarla por amor y pura donación, para que todos vivamos más y
mejor, y podamos alcanzar la vida verdadera. Señor del servicio, muéstranos el
camino que lleva a darlo todo por los demás. Ayúdanos a tener tus mismos
sentimientos, preocupaciones y opciones. Haz que atendamos las necesidades,
sufrimientos y esperanzas de nuestro pueblo. Haznos cercanos y hermanos de
todos. Enséñanos a vivir pensando primero en el otro, enséñanos a vivir como
verdaderos servidores, dispuestos, generosos, alegres y fraternos con todos,
Señor, con todos.
Amén
“Ellos atracaron las
barcas a la orilla y, abandonándolo todo, lo siguieron…”
No hay comentarios:
Publicar un comentario